La comisión de gobierno del Consistorio de Sant Josep acordó el pasado 23 de septiembre formular unas alegaciones contra la ampliación de la norma territorial cautelar en las que, especialmente, se incide en que es «incomprensible que se denominen falsos urbanos» a determinadas áreas del municipio. La moratoria califica así al suelo rústico que no reúne los requisitos del suelo urbano, y de momento ha paralizado la construcción en ellos.
Así, de la zona de sa Caixota, alega que es un suelo con plan parcial aprobado definitivamente en 1965, con proyecto de urbanización desde el 14 de febrero de 1992, y que «tiene realizada la totalidad de la urbanización prevista». Allí hay construidas 70 viviendas. Respecto al área de actuación 4.9., la urbanización Cala Molí, el equipo de Gobierno explica que es un suelo con plan parcial aprobado en 1969 en el que hay edificadas otras setenta viviendas y un hotel.
El área de actuación 4.5 "otro «falso urbano» para el Consell" «se delimitó aparentemente, en base al grado de consolidación existente en el momento de la redacción y aprobación de las Normas Subsidiarias y a la existencia de una mínima infraestructura consistente en acceso rodado y redes de baja tensión, agua y teléfono». «Al menos su mitad oeste» está altamente consolidada por edificación.
Por último, el Ayuntamiento estima que calificar de «falsos urbanos» los suelos de las áreas 3.4.1. y 3.4.2 de es Cubells «entra en absoluta contradicción» con un acuerdo de consell de govern de abril de 1987 «que ordenaba al municipio delimitar ese suelo como urbano». Allí hay un mínimo de 50 viviendas, alegan. También se observa que la suma de medidas previstas «es tan amplia que parece un subterfugio para poder aplicar el Plan Territorial Insular antes de que sea aprobado», y advierten del carácter retroactivo de la disposición transitoria, lo cual «puede dar lugar a indeminizaciones».