L a suerte puede estar de su parte. Hoy comienza el coleccionable de «Amuletos de la suerte» de Ultima Hora , con la entrega de la caja forrada en terciopelo negro y el primero de ellos, la cruz. La colección está formada por 50 amuletos bañados en oro de 24 quilates, que, a partir de la próxima semana, se entregarán junto con el periódico los martes, miércoles y jueves. Se trata de unos objetos de cuidado diseño que desde todos los tiempos han sido utilizados por el hombre para sentirse protegido.
Los suscriptores recibirán la colección completa una vez
finalizada. El astrólogo Frederic Suau nos aproxima al significado
de cada amuleto.
Llevamos la señal de la cruz como un signo de identificación de
nuestra cultura. Más allá de este condicionamiento, vemos que la
cruz es un signo gráficamente muy sencillo y que no obstante tiene
una gran fuerza expresiva. El signo más fácil de visualizar forma,
con el centro (el punto), el círculo y el cuadrado, el conjunto de
los cuatro símbolos básicos. Jugando con la cruz podemos crear los
otros tres. Es el símbolo/amuleto que más cosas sugiere.
En Creta se encontró una cruz de mármol datada en el siglo XV antes de Cristo. Universalmente utilizada, la descubrimos en civilizaciones tan diferentes como China, Egipto, Gnosos, México, Àfrica, Creta, etc...
Aquí nos interesa saber, para extraer de ello su fuerza simbólica, que su cuadrinidad nos habla de los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego; de las cuatro fases de la Luna; las cuatro cualidades: calor, frío, húmedo, seco. La cruz nos orienta porque en ella se dan los cuatro puntos cardinales; y nos recuerda la necesidad que tenemos de estar orientados: 1) con referencia a nosotros mismos, 2) orientarnos en el tiempo, 2) en el espacio y 4) en nuestras aspiraciones. Esta orientación nos invita a no perder sentido de la realidad. Nos recuerda que al mismo tiempo que estando centrados en nosotros mismos, es permanente nuestro contacto con el resto, con los demás, con el Cosmos. Unión de la vida propia con la del mundo. La cruz es un símbolo del Mundo en su totalidad. Es nuestro Ying"Yang, dibujo que representa la unión de contrarios. En la cruz el eje vertical indica una ascensión espiritual y el horizontal propone no perder el contacto permanente con lo que nos rodea, con la realidad tal como es. Es la imagen más correcta para que comprendamos que la existencia se basa en el fluir de fuerzas antagónicas, y que también están en nosotros. Es un símbolo de mesura, y tiene una función de síntesis. La cruz nos ayuda a despejar las dudas. Nos aleja del caos. Como amuleto es un gran refuerzo para estar centrados. En su esencia no tiene que ver con ideas de sacrificio o inmolación, si bien la religión cristiana lo utilice en este sentido.
Formamos parte de cuanto nos sucede, no somos ajenos a ello, estamos involucrados. Cuando nos surge la pregunta «¿Qué he hecho yo para merecer esto?», el símbolo de la cruz nos permite reconocer que estamos en ello y que es en el propio problema en el que podemos hallar la solución. La cruz puede ayudarnos a darnos cuenta de que esa y no otra es nuestra realidad y cuál es la actitud necesaria. La cruz nos recuerda que, entendámoslo o no, formamos parte de cuanto nos sucede. Con la cruz podremos sentirnos más responsables, actitud eficaz para estar protegidos.