El endurecimiento del control sobre las infracciones que realizan tanto taxistas en regla como aquellas personas que dan el servicio careciendo de todo tipo de permisos ha quedado constatada este verano. La última acción ha sido la retirada del permiso de conducción de taxis a un ibicenco de 50 años de edad, J.C.P., quien, según fuentes municipales, se negó a realizar un servicio solicitado desde Urgencias del hospital Can Misses a las 22'00 horas del pasado 21 de septiembre. La retirada del permiso no es permanente sino eventual y se ha abierto un expediente sobre el caso para dilucidar los hechos. En este caso, a la no atención de un servicio se suma el agravante de que se tratase de una llamada de un centro hospitalario.
El hecho fue denunciado por la Asociación de Taxistas Autónomos y no es la primera acción de estas características que se lleva a cabo por parte del Ayuntamiento de Eivissa. El teniente de alcalde y encargado del tema de la gestión de taxis, Pedro Campillo, señaló ayer que resulta «muy difícil» terminar con ciertos «malos hábitos» de una parte del sector como es la no atención de las paradas o la negativa a realizar ciertos servicios. Por este motivo instó a los ciudadanos que se vean afectados por demoras o negativas por parte de los profesionales a que lo pongan en conocimiento del Ayuntamiento y que, en todo caso, lo denuncien.
La campaña de endurecimiento del control de la actividad de los taxis se ha saldado este verano con sanciones para veinte personas que ejercían la actividad sin contar con los permisos pertinentes (taxis pirata) y el control regular de cumplimiento de los turnos en las paradas. Incluso en estos momentos se está trabajando, a nueve meses vista, para regular los turnos de trabajo desde el Ayuntamiento poniendo especial interés en los días festivos. Todas estas medidas van encaminadas a regular el servicio con las licencias de taxi que hay en la actualidad. El Ayuntamiento ha señalado que si estas medidas fracasan se estudiará la conveniencia de ampliar licencias.