El vicepresidente del Consell d'Eivissa i Formentera y máximo responsable de carreteras de la Pitiüses, Vicent Tur, ha informado que esta misma semana el Consell se pondrá en contacto con la Demarcación de Costas en Balears para notificarles la apertura de un expediente a consecuencia de la valla de madera que instalaron antes del verano en la PM-820 en las inmediaciones de es Calò. Según Vicent Tur, el equipo jurídico del departamento de carreteras abrió un expediente por una «infracción muy grave consistente en la ocupación del dominio público competencia de carreteras sin haber solicitado el pertinente permiso».
Al mismo tiempo Tur ha resaltado que «Costas tendrá un plazo de tiempo para presentar las correspondientes alegaciones» y que con posterioridad, estudiadas las alegaciones, «se decidirá si se obliga a Costas a retirar la valla y se le aplica algún tipo de sanción», sanción que sería elevada por cuanto la infracción está tipificada como muy grave.
La valla en cuestión está situada entre los hitos kilométricos 11 y 12 de la PM-820, la carretera de la Savina a la Mola, concretamente a la salida de es Calò de Sant Agustí en dirección a Sant Ferran y en el margen derecho de la vía. Costas instaló una valla de madera de más de un centenar de metros de longitud dentro de los que el Consell considera zona de dominio público de carreteras mientras que, aparentemente, para Costas se trata de dominio público terrestre marítimo sobre el que sí tiene la plena competencia. Esta valla es parte del plan de protección del sistema dunar de Ses Platgetes en el que Costas instaló diversas pasarelas e instaló parkings disuasorios para bicicletas y vehículos.
La polémica sobre la valla se centra no en su aspecto estético, bien valorado por la mayoría de los residentes y visitantes, sino en su peligrosidad ya que se encuentra a menos de un metro del asfalto, junto al carril para bicicletas y motocicletas; su proximidad hace que los conductores se aparten instintivamente de la misma, cruzando la línea que separa el carril bicis e invadiendo la calzada lo cual propicia una situación de riesgo potencial en el tráfico, máxime cuando se trata de una zona totalmente recta en la que los vehículos acostumbran a circular a gran velocidad.