El alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, ha decretado la suspensión y precinto de las obras de dos viviendas unifamiliares situadas en Can Musson de Baix, en las cercanías de la cooperativa agrícola. Tras las denuncias formuladas por el grupo progresista de la localidad y por la Policía Local, los técnicos del Consistorio comprobaron que ambas edificaciones "que prácticamente están acabadas" carecían de licencia municipal de obras.
Ambas viviendas son propiedad de personas vinculadas familiarmente a algunos de los promotores de las construcciones de Can Castelló, donde la Fiscalía investiga un posible delito contra la ordenación del territorio. Las dos están situadas en suelo rústico y, aparentemente, disponen del terreno necesario para poder construir allí: en uno de los casos la finca tiene 15.026 metros cuadrados, mientras que en el otro alcanza los 15.057.
Según fuentes del Pacte, posiblemente los propietarios prescindieron de solicitar la licencia ante el temor de que la proximidad de las viviendas o el hecho de que una de ellas esté situada dentro de una masa boscosa fueran motivos suficientes para que la Comisión Insular de Urbanismo (CIU) denegase las peticiones. El alcalde también ha dispuesto que se abra expediente sancionador contra los promotores, que de resolverse podría suponer una multa de hasta 60.000 euros y la «restitución del orden infringido mediante la demolición de la obra ejecutada sin licencia».
Una de las obras (de 360 metros cuadrados en dos plantas, más un garaje de 60 metros) ha sido valorada en 227.000 euros, mientras que la otra (de 169 metros cuadrados) tiene un valor, según los técnicos municipales, de 91.000 euros. Los promotores han sido requeridos para que presenten un proyecto de ejecución para la legalización de las obras y para que soliciten licencia municipal.