El consorcio Eivissa Patrimoni de la Humanitat tiene vía libre para comenzar la demolición de las casas en ruina del barrio de sa Penya. Al parecer, el consorcio ha llegado a un acuerdo de compra con la propiedad del inmueble número dos de la calle Bonaire. Seguramente, según el gerente del consorcio, Emilio Pérez Echagüe, los trabajos de demolición de esta casa se van a llevar a cabo el próximo martes. Antes, la compañía eléctrica Gesa y Telefónica deberán retirar el cableado de la fachada, algo que se resolverá esta semana. La primera fase de demolición de las viviendas en estado ruinoso de sa Penya contempla, además, el derribo de otro inmueble en la calle San Pedro y otros dos en el Carrer Fosc. «Primero se va a llevar adelante el derribo de la casa de la calle Bonaire, y a partir de aquí se irán resolviendo los otros expedientes», asegura Pérez Echagüe.
El Ayuntamiento de Eivissa plantea construir una nueva casa en el solar que se pondrá a disposición de servicios sociales y donde se realojará a alguna familia afectada por el derribo de otras casas del barrio por la ejecución del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri). «La idea es rehabilitar y dar un uso a los inmuebles que están en ruina, no se trata sólo de derribarlos porque están a punto de caer y punto», explica el gerente del consorcio.
La segunda fase del proyecto de demolición de viviendas del barrio incluye el derribo de viviendas con expedientes de infracción urbanística y que ya no pueden adaptarse a la normativa. «Algunos de estos expedientes están muy avanzados», apunta Pérez Echagüe. También está pendiente echar abajo alguna casa para crear algunos pasillos en el barrio, tal y como establece el Pepri. Para ello está prevista la demolición de al menos tres locales bajos que están ocupados. El Ayuntamiento piensa realojar a estas personas en algunas de las casas que se rehabilitarán después de que se ejecute la primera fase del proyecto de derribos.