Miguel Duque, ingeniero industrial y experto en energías renovables fue el encargado de dirigir el curso sobre energía solar térmica que reunió ayer a una veintena de profesionales del sector de la fontanería, asociados a la Pimeef. Firme defensor de las fuentes alternativas, Duque señaló que hay un interés creciente por aprender las técnicas de instalación de energías solares en Eivissa. «Por un lado, cada vez son más las instituciones que apuestan por éstas y, por otro, hay un gran número de hogares de alemanes que se han trasladado a las islas y que suelen presentan un alto grado de concienciación y de exigencia de estas instalaciones», explicó.
El ingeniero aseguró que los ciudadanos alemanes no sólo se decantan por este sistema «por el ahorro, la ecología y la satisfacción personal» sino porque consideran que «es bueno para el colectivo, para el país en su conjunto» ya que se gasta menos energía y se contamina en menores proporciones. «Este tipo de concienciación todavía falta en España», remarcó Duque. El experto reconoció que este tipo de infraestructuras no son baratas sobre todo porque es un gasto a añadir a la instalación convencional, ya que no puede sustituirla al cien por cien. La energía solar «sólo es rentable para su uso para calentar agua y para las piscinas».
De todos modos, el experto en energías alternativas comentó que la política de subvenciones por parte de las instituciones «está abaratando de forma notable el coste». Así, colocar los paneles solares en una vivienda unifamiliar puede costar unos 500 euros con una buena subvención. Sin ayuda, el coste ascendería a unos 1.000 euros, lo que no resulta barato pero, a la vez, es una cantidad que se amortiza rápidamente. Otro factor positivo es que el clima del Mediterráneo «favorece estas energías ya que hay muchas más horas de sol intenso». Además de estos aspectos, el experto incidió en otras cuestiones de tipo técnico como cual debe ser la orientación de los colectores o los cálculos para calefacciones.