Faltan 100 días, 1.200 horas de trabajo, para terminar la obra en la que la Autoritat Portuària de Balears se ha dejado más esfuerzo y capital en los últimos años: el dique de Botafoc de Eivissa. Hasta el momento, desde el inicio de las obras en octubre de 2000, han trabajado 755 días, unas doce horas por jornada. La meta es terminar en febrero de 2003, el último plazo marcado por el organismo como fin de obra si ningún fenómeno meteorológico o fuerza mayor lo impide.
Las cifras que están marcando la evolución del proyecto son espectaculares. Hasta el momento se han extraído y empleado 400.000 metros cúbicos de material de cantera, grandes piedras y arena. Con este material se podría rellenar dos campos de fútbol hasta la grada más alta. En Valencia se fabricaron otros 55.000 metros cúbicos de hormigón para construir las piezas del dique propiamente dicho (grandes cubos huecos de hormigón) y el espaldón.
Para desplazar, verter y apisonar todos estos materiales se están utilizando 14 camiones volquetes, cuatro camiones hormigonera, tres palas cargadoras, una excavadora mixta, un compactador, seis grúas telescópicas sobre camión y una grúa de enormes dimensiones que precisamente se está dedicando estos días a coloca 10.000 cubos de cemento de 3 toneladas cada uno en la base del dique, que actuarán como barrera que impida que la erosión del mar termine por horadar la base.