Cáritas ha registrado este año un notable aumento de personas sin techo en Eivissa. Sólo en los últimos cuatro meses, se han atendido a 163 personas, de los que 31 eran mujeres. Durante todo el año pasado se atendieron a 117 transeúntes. No será hasta finales de año cuando se sepa con certeza cómo ha sido este aumento, aunque la responsable del programa y trabajadora social de Cáritas Eulalia Chamorro confirmó que «la atención al transeúnte es mayor que el año pasado».
El aumento de las personas sin techo está relacionado con el mercado laboral. «Se crea una cierta imagen mitificada de Eivissa y vienen buscando ese atractivo turístico y laboral, pero desconocen que al acabar la temporada se cierran muchos establecimientos», comenta Chamorro. Con este panorama se encuentran muchas personas que vienen a Eivissa en búsqueda de trabajo. Además, se da la circunstancia de que se trata de personas «con un bajo nivel de instrucción con el mercado laboral muy acotado». En los últimos meses se ha registrado un aumento del grupo de edad comprendido entre los 30 y 50 años. Muchos de ellos llevan menos de seis meses en Eivissa. No obstante, dentro de los transeúntes también se dan casos de residentes.
Dentro de este programa de Cáritas se encuentra el proyecto de comedor social. De enero a septiembre, el servicio ha facilitado 1.649 bocadillos y 3.906 comidas calientes, 1.095 más que el año pasado.
Los principales problemas que tienen son la falta de apoyo familiar, la pérdida de hábitos socio.laborales, la dificultad en las relaciones sociales, enfermedades físicas o psíquicos, la falta de una vivienda y trabajo o el consumo de drogas o alcohol.
La mayoría de los transeúntes procede de Europa y hay algunos casos del norte de Àfrica. Cáritas no cree que la única imagen de una persona sin techo esté asociada a la marginación. «Llegamos a atender hasta a turistas a los que se le ha robado la documentación y el equipaje y no saben dónde acudir», precisa el director de Cáritas.