La empresa Agloisa ha iniciado los trabajos de mejora del firme de la carretera que discurre entre Sant Joan y la Cala de Sant Vicent, al tiempo que ha postergado hasta principios del año 2003 las obras que había iniciado en la PM-810 y en la C-733, que enlaza Santa Eulària con Eivissa. Si bien estaba previsto el inicio inminente de los trabajos en la carretera de Santa Eulària, Agloisa acordó con el Consell un «cambio de calendario», según explicó un portavoz de la institución. Esa modificación podría ser debida a un problema de disponibilidad de materiales.
Hace un mes se anunció el comienzo de la intervención en la PM-810, en la que se limpiaron los márgenes, pero la renovación de ese pavimento deberá ahora esperar al menos dos meses. El conseller insular de Xarxa Viària, Vicent Tur, pudo comprobar el pasado viernes que Agloisa ya está ejecutando las obras de la carretera de sa Cala, que «van muy avanzadas», según dijo ayer el responsable de ese departamento. En esa vía las mejoras consisten en la reparación de blandones, las partes del asfalto que se han hundido. En la de Santa Eulària, además de blandones hay muchos baches que tapar.
En principio, Agloisa debería acabar antes de Navidad en Sant Joan, para centrar todos sus esfuerzos en la PM-810, además de en la ronda norte de Sant Antoni. La mejora de la carretera de Santa Eulària es un proyecto que el Consell heredó del Govern balear, que lo tuvo metido en un cajón desde el año 1999. Obres Públiques incluso llegó a anunciar en abril de 2001 el inmediato acondicionamiento de esa vía. La institución insular, que recibió en enero las competencias en materia de carreteras, ha tenido que afrontar desde entonces la ejecución de tres obras que llevaban un retraso considerable respecto al plazo previsto.
La ronda norte, por ejemplo, debía comenzar a ejecutarse a comienzos del verano de 1998. Una legislatura más tarde, los aplazamientos siguen siendo continuos: debía estar lista en otoño, pero aún sigue en obras, aunque parece que antes de Navidad podría estar, al fin, concluida. Respecto a la de Santa Eulària, llama la atención cómo el Govern desoyó las advertencias que incluía el propio proyecto, donde se subrayaba que era «imprescindible» actuar de inmediato.