La princesa Ana de Inglaterra fue condenada ayer al pago de 500 libras en concepto de multa y otras 250 como indemnización (en total casi 1.200 euros), tras reconocer ante los tribunales su culpabilidad en la agresión perpetrada por uno de sus perros contra dos niños el pasado abril. La Princesa compareció personalmente ante el juez de distrito de Berkshire para responder a los cargos establecidos en su contra en virtud de la Ley de Perros Peligrosos. El tribunal también ha dictaminado que pague los costes del juicio (148 libras, unos 232 euros) y que lleve al animal, un bull-terrier llamado «Dotty», a un centro de adiestramiento.
La juez Penelope Hewitt reconoció que tanto la hija de la reina Isabel como su esposo, Tim Laurence "contra el que en un principio también se habían presentado cargos" son «propietarios con experiencia», pero que cualquier futuro incidente relacionado con «Dotty» podría llevar a su sacrificio. El incidente se produjo el pasado 1 de abril, dos días después de morir la Reina Madre, cuando la pareja paseaba con dos de sus perros en el Parque de Windsor. Cuando iban a meterlos en el coche, «Dotty» se escapó y atacó a dos chicos, de 12 y 7 años de edad, que montaban en bici, mordiéndoles en las piernas.