Los operarios de la empresa Díaz e Hito empezaron ayer a echar abajo el número dos de la calle Bonaire en sa Penya, situado al lado del antiguo retén de la Policía Local y muy cerca de la plaza des Sitis. Esta es la primera demolición de las viviendas en ruina para llevar a cabo la rehabilitación del barrio.
La Policía Local forzó el lunes el desalojo de la vivienda, que estaba okupada sin permiso por dos hombres, para que hoy se pudiera comenzar la demolición. El Consorcio Patrimonio de la Humanidad alzará otra casa en el mismo solar que se pondrá a disposición de los servicios sociales del Ayuntamiento para realojar a las familias afectadas por otros derribos. Servicios sociales pide diez viviendas para ello.
La compra del inmueble y su demolición, que durará dos semanas aproximadamente, tiene un coste de 58.000 euros. El Consorcio llevará adelante después la demolición del número 14 de la calle San Pedro, debido a su proximidad con el número dos de Bonaire. Este segundo inmueble se echará abajo para ampliar la calle de San Pedro, tal y como establece el Plan Especial de Reforma y Protección Interior (Pepri). « Se intenta mejorar la comunicación en el barrio. Por ello se va a ensanchar esta calle», asegura el gerente del Consorcio, Emilio Pérez Echagüe.