El conseller insular de Turisme, Josep Marí Ribas, prevé un año turístico complicado pero «para nada crítico». La feria londinense World Travel Market «confirmó un aumento importante del nivel de reservas de británicos hacia Balears, especialmente a Eivissa y Formentera», remarca el conseller, que reconoce que, a pesar de las buenas previsiones, «son sólo reservas que hay que confirmar».
A pesar de la buena noticia del mercado británico el mal estado del mercado alemán preocupa al conseller que no ve signos de recuperación a corto plazo. El turismo italiano y español «seguirán subiendo» aunque el hecho de que se concentre en los meses punta de temporada no favorece el modelo de temporada alta larga del que siempre han disfrutado las islas.
«Es importante ir comprobando la evolución de cada mercado durante los primeros meses del año en los que las ferias turísticas, que constituyen el mejor barómetro», remarcó Marí Ribas. La feria FITUR, la BIT italiana y la ITB berlinesa son las próximas citas en este sentido. Con respecto a las repercusiones que puede tener para los bolsillos de los pitiusos un mal año turístico, Josep Marí Ribas considera que hablar de crisis tanto por los resultados de 2002 como por el año entrante «es un poco exagerado».
Lo que sí puede ser un problema «es el alza de precios de la oferta complementaria, favorecida por la entrada del euro, «que encarece enormemente el paquete de vacaciones». «Los turistas están al tanto de los aumentos y disparar los precios asusta a la gente», explicó el conseller, que remarcó que no hay que ser pesimistas con 2003 y seguir trabajando para «tener la casa arreglada».