La memoria del Consejo Económico y Social (CES) cuenta con un apartado dedicado al turismo y en el que apunta como «imprescindible» el «replantear las relaciones del Govern con el sector turístico» de tal manera que el esfuerzo que se realice desde el ejecutivo «sea útil y no esté condenado al fracaso desde los inicios».
El informe remarca que no sólo es necesario en el plano exclusivamente turístico sino que, en este momento, «parece que sólo se podrá avanzar en la senda de la sostenibilidad del turismo en Balears si se consigue el consenso entre empresarios y todas las instituciones implicadas en la política turística». Con el consenso se podrán emprender «las grandes inversiones requeridas y afrontar los retos planteados».
De manera mucho más específica, el CES sugiere la protección y conservación del medio natural y agrario «como un objetivo prioritario para asegurar la viabilidad del negocio turístico». La meta es que a largo plazo «se logre un equilibrio entre el desarrollo de la actividad turística y la protección del entorno».
Los recursos generales recaudados por el impuesto sobre estancias turísticas (ecotasa) deberían utilizarse «de manera inteligente» y financiar actuaciones «estelares» en mejora del entorno «que se puedan transmitir a los mercados emisores con un factor claramente diferencial sobre otros destinos turísticos que no cobran el impuesto».
La memoria también sugiere una diversificación de los mercados, dado que las Islas presentan «una dependencia elevada de dos mercados emisores: el Reino Unido y Alemania», que significan aproximadamente el 65 por ciento del total de los turistas recibidos en Balears.