Con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina, los dirigentes del PP decidieron en el comité ejecutivo celebrado el pasado lunes dar los primeros pasos para una apertura significativa de la formación hacia la sociedad, a la que, dicen, quieren devolver el «protagonismo perdido en los últimos años», algo de lo que acusan a los gobernantes progresistas. Así, el PP creará oficinas electorales en cada municipio, según anunciaron ayer en rueda de prensa su presidente, Josep Juan Cardona, y los candidatos al Consell, Pere Palau (número uno) y Enrique Fajarnés (número dos).
Juan considera que las oficinas electorales son una «decisión fundamental», tanto por su vertiente meramente organizativa de la campaña a nivel interno, como porque a través de ellas se «trata de buscar la participación de todos los ibicencos». Los populares quieren que los candidatos no sólo suden la camiseta en el ring de los mítines y las ruedas de prensa, sino también en un cara a cara continuo con los ciudadanos, para lo cual están dispuestos a atender al público todos los días (si la agenda lo permite, subrayaron) de seis a ocho de la tarde. La oficina principal estará ubicada en la sede central del PP.
Esa apertura a la sociedad, señala Juan, permitirá a los populares incluir propuestas de los ciudadanos en su programa electoral, que ya se encuentra «bastante avanzado» y del que contarán con un borrador a finales de enero, según prometió ayer el presidente del PP. Pere Palau insistió en el encuentro con los medios de comunicación en que uno de los principales objetivos de su formación es recuperar «la ilusión perdida» de los pitiusos: «Para ello es preciso darles más participación». El candidato a la presidencia del Consell considera que los ciudadanos no deben ser consultados únicamente cada cuatro años, por lo que apuesta por un contacto más directo con ellos.