El Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, descarta la posibilidad de desviar el caudal de aguas fecales que llega a la estación de bombeo de la avenida Santa Eulària, ahora inactiva a causa de la avería en una tubería, para evitar el vertido de detritus al agua del puerto.
La Conselleria de Medi Ambient informó el lunes de que mientras se lleva a cabo la sustitución de la canalización que reventó el viernes se buscaría una alternativa para evitar el derrame de las aguas residuales al mar. Finalmente, según informó ayer la Conselleria de Medi Ambient a este periódico, eso no será posible dada su complejidad, por lo que las aguas residuales que la estación de bombeo del puerto impulsa a la depuradora acabarán en el mar hasta que no se instale la nueva tubería, que cruza la calzada de la calle.
El Ibasan asegura que en el peor de los casos cada día puede acabar en el puerto un caudal de 1.500 metros cúbicos de detritus. La tubería reventó el viernes por la tarde, por lo que ya se puede haber producido un derrame de más de 7.500 metros cúbicos. Las obras para cambiar la tubería empezaron el lunes y durarán, como mínimo, una semana.
Para instalar la nueva canalización de acero 316, un material mucho más resistente, el Ibasan puso el lunes en marcha un equipo de tres buceadores, con equipos de respiración asistida y trajes especiales para trabajar en aguas residuales, y otro para realizar la soldadura de la empresa Mediterranea Servicios. También colaboran en la tarea los técnicos y operarios de Infilco, la empresa que se encarga del mantenimiento de la depuradora. Por el momento, para cambiar cambiar la tubería no ha hecho falta cortar el tráfico en la mitad de la avenida Santa Eulària, como anunció el Govern.