LAURA FERRER ARAMBARRI. ENVIADA ESPECIAL A
MADRID
El conseller insular de Turisme, Celestí Alomar, abrió ayer su
comparecencia en la feria turística Fitur asegurando que las Islas
se encuentran «en un contexto de crecimiento económico general» con
un aumento «del 0,9 por ciento en el Producto Interior Bruto», dato
que contrasta claramente con las caídas que reflejan informes como
el de la Caeb. Alomar considera que hay que abandonar
catastrofismos y recordar que Balears «sigue siendo un destino
turístico líder». Además, remarcó que, aunque el mercado alemán
está en claro descenso, no sudece lo mismo con el turismo
británico, que ha registrado «un importante aumento de reservas en
estas fechas» si se compara con lo sucedido el año anterior.
Los hoteleros criticaron el optimismo «irreal» del conseller y matizaron estas palabras, afirmando que, por las noticias con las que cuentan, «los touroperadores británicos han detectado un estancamiento de las reservas hacia las Pitiüses» desde que el conflicto de Irak se contempla como una posibilidad real. Este hecho, unido a la caída de reservas del mercado alemán no compensa el alza de otros mercados como el italiano y el español que suponen remarcar más la estacionalidad y reducir la duración de la temporada alta.
Carmel Bonnín, director del CITIIB, fue el encargado de exponer los datos turísticos de cierre de 2002, que confirman descensos en la practica totalidad de las variables, desde número de turistas a pernoctaciones pasando por tasa de ocupación. Uno de los datos más preocupantes para las Pitiüses es la caída del 6 por ciento del mercado británico, que han causado que la media de descenso de este mercado sea más significativo de lo esperado.
A pesar de los datos, Bonnín negó que se trate consecuencias a hechos directamente imputables a Balears. A su juicio, los descensos se deben a causas externas como el 11 de Septiembre y la sensación de inseguridad y miedo a volar. Por su parte, tanto el presidente de la Federación Empresarial Hotelera, Pedro Matutes, como otros empresarios presentes en la feria aseguraron que es «cobarde» achacar los problemas sólo a causas externas cuando están detectando «faltas graves» como la escasa promoción y la poca efectividad de la publicidad que sí se realiza por falta de visión de mercado. Como muestra de ello, pusieron el ejemplo del stand de Balears, «mucho peor que el de otros destinos turísticos más débiles», señalaron.