Potenciar el consumo de las frutas y hortalizas entre los jóvenes y
concienciar a las nuevas generaciones de la importancia de cuidar
el campo y la agricultura de las Pitiüses, son algunos de los
principales objetivos que han llevado a la cooperativa agrícola
Agroeivissa y al instituto Xarc ha poner en marcha una serie de
actividades en colaboración.
La relación comenzó cuando Daniel Criado, actual gerente de
Agroeivissa, acudió al instituto para impartir una charla: «La
clase tenía que acudir al 'Programa Tribuna', en el Parlament de
Palma, para hacer una intervención sobre el tema de la
'Preservación frente al crecimiento económico', por eso le pedí a
Daniel Criado que viniese y les explicase algo sobre el tema»,
explica Chari López, tutora y profesora de Lengua Española de la
clase de 3ºF del instituto Xarc. «La idea era que les ayudase a
preparar las preguntas que tendrían que hacerles a los políticos»,
añade Criado. Pero la experiencia fue más allá y el gerente de la
cooperativa decidió invitarles a que visitasen las instalaciones.
«Si sale bien no me importaría que más gente joven viniese a la
central», comentaba poco antes de que diese comienzo el recorrido.
Media hora después todo parecía indicar que el balance había sido
positivo y que la actividad podría repetirse en un futuro
próximo.
«Los últimos estudios indican que el consumo de fruta y verdura ha
descendido, pero por otra parte también señalan que la gente busca
más ese tipo de alimentación», explica. No es la primera vez que la
cooperativa agrícola apuesta por la educación, también ha
colaborado con el Ayuntamiento de Eivissa a través de un programa
para fomentar la alimentación sana en los colegios con el reparto
de fruta.
Hortalizas poéticas
Para relacionar la clase de Lengua Española con la salida a
Agroeivissa, nada mejor que pedir a los alumnos que escriban un
poema sobre el tema. «Hemos trabajado con los sustantivos, las
figuras literarias y la métrica y todo eso será lo que tendrán que
aplicar en las poesías que tendrán que hacer tras esta visita»,
afirma una de las profesoras. El grupo, formado por 18 alumnos y
dos profesoras, recorrió las instalaciones y entre bromas y risas,
y quien más y quien menos atendió a las explicaciones del gerente.
Tras pasar por la oficina desde la que se controlan todos los
pedidos que les hacen desde diferentes puntos de la isla,
observaron cómo los empleados hacían funcionar las máquinas que
lavan, enceran o pesan las naranjas para dividirlas según los
calibres, así como las cámaras de conservación donde se guardan
hasta su traslado. Hoy por hoy esta cooperativa trabaja con 200
clientes.
«A mí me parece que es muy importante que se apoye el consumo de
las frutas y hortalizas, sobre todo de las autóctonas», comentaba
Alejandro López, uno de los jóvenes alumnos que, al igual que el
resto de sus compañeros, disfrutó con la visita. Uno de los
momentos más divertidos para esta clase, en la que se mezclan
chavales de nueve nacionalidades distintas, se produjo cuando les
mostraron la báscula en la que se pesan los pedidos. Uno a uno se
fueron subiendo y no descansaron hasta conseguir que su profesora
hiciese lo propio. A mediodía los alumnos abandonaron el almacén y
de nuevo, allí, únicamente volvió a oírse el rutinario sonido de
las máquinas.Sara Yturriaga
Aprendices de Agrucultores
Una de las clases del instituto Xarc invadió ayer las instalaciones de Agroeivissa para conocer de cerca cómo funciona la cooperativa