El Ayuntamiento de Eivissa rechazó ayer en pleno someter las cuentas de las arcas municipales y del Consorcio Patrimonio de la Humanidad a una auditoría económica, fiscal y financiera externa, tal y como propuso el PP. El edil de Hacienda, Santiago Pizarro, justificó la negativa del equipo de gobierno en el hecho de que la administración ya dispone de «unos estrictos controles de ingresos y gastos tanto internos como externos». Pizarro aseguró además que el Tribunal de Cuentas (organismo institucional que revisa cada año las arcas municipales) «no ha puesto hasta ahora ningún pero a las cuentas presentadas».
La portavoz de la oposición, Virtudes Marí, defendió la necesidad de revisar los números del Consistorio en base a que en los últimos cuatro años el Pacte ha gestionado más de 16.000 millones de pesetas, más de lo que manejó el PP en los diez años anteriores. La dotación presupuestaria del Consorcio, el aumento de las inversiones del Estado a través de la transferencia de competencias, la creación de zonas azules, así como la bonanza económica, son las razones principales, según dijo Marí, del importante aumento de los fondos de las arcas municipales: «La mejor manera de conocer el estado de las cuentas es a través de una auditoría».
Marí lamentó, por otra parte, que hace ocho meses solicitó la documentación de las revisiones del Tribunal de Cuentas desde 1999 y que a día de hoy aún no se le haya facilitado. «Hacemos un acto de fe en pensar de que todo está correcto», dijo. La portavoz del PP también recordó que la liquidación del presupuesto del Consorcio Patrimonio de la Humanidad de 2001 tardó un año en presentarse. «La transparencia de las cuentas del Consorcio deja mucho que desear», indicó. El Pacte, por otro lado, se vio obligado ayer por un error técnico a llevar de nuevo al pleno la cesión de dos terrenos en la avenida 8 d'Agost para la construcción del tercer centro de Salud de la ciudad y de otros dos en la zona escolar de Blancadona para la ampliación de los talleres de la Conselleria de Treball.