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Resurrección. La nube de humo formada para facilitar la
desaparición del cuerpo provocó cierta confusión en los primeros
instantes, pero finalmente una salva de aplausos resonó en el
interior de la parroquia cuando el párroco, Vicente Tur, terminó la
lectura de la decimocuarta estación.
Pasadas las 20'00 horas y después de haber tenido lugar la Celebración de la Pasión en Puig de Missa, desde allí mismo partieron los cientos de cofrades pertenecientes a las ocho cofradías del municipio. Las seis imágenes comenzaron a descender a paso lento pero firme, siguiendo un orden predeterminado por la cronología en la que sucedieron los hechos que narran los Evangelios. Santa Marta (patrona de la Hostelería), el Cristo atado a la columna, el Cristo Nazareno, el Cristo de la Oración, Nuestra Señora de los Dolores y, cerrando la procesión, la cofradía de los Romanos y la de los Apóstoles. Muchos de los asistentes no se habían olvidado de llevar velas que complementaron las que ya iluminaban las imágenes. Uno de los momentos más emotivos se produjo en la calle Sant Jaume, donde Juan Díaz entonó varias saetas.
En Eivissa miles de personas se agolparon a lo largo del largo recorrido que siguió la procesión que partió a las 21'00 horas de la Catedral y que se prolongó durante más de dos horas recorriendo el barrio de la Marina hasta Vara de Rey. Las seis imágenes pertenecientes a las cinco cofradías de la ciudad salieron al caer la noche acompañadas de más de ochocientos cofrades que dieron la nota solemne a la procesión más multitudinaria del año.
S.Y./E.E./ G.R.