El Ayuntamiento de Eivissa lleva a pleno el miércoles la aprobación provisional de la norma de cupos, que limita la construcción anual en 137 viviendas (se considera que cada una dispone de tres plazas) más otras 60 plazas turísticas. No obstante, este sistema para dosificar por años la capacidad de crecimiento urbanístico de la ciudad no será operativo hasta agosto del año que viene, cuando expira la moratoria urbanística aprobada en agosto del año pasado con dos años de vigencia.
El Pacte pondrá el miércoles en pleno sobre la mesa el informe jurídico firmado por el catedrático y seguramente próximo rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Avelí Blasco, que contesta a las seis alegaciones presentadas en contra de la norma de cupos. Blasco fue quien asesoró al Consistorio en la aprobación inicial de este sistema de concesión gradual de licencias de construcción. La mayoría de las alegaciones rechazadas pone en duda la legalidad de su aplicación.
De todos modos, el Consistorio ha aceptado una propuesta presentada por el Colegio Oficial de Arquitectos para que la fecha de antigüedad de la petición de licencia sea la de entrada de toda la documentación solicitada por la administración y no cuando se verifique que todo sea correcto, como establecía la norma inicialmente. «Se admite esta alegación porque se entiende que la norma dejaba en manos de la administración una capacidad de decisión que podía perjudicar a alguien. Por eso, la antigüedad de la petición de licencia será la de entrada de toda la documentación, sea o no correcta», explicó a este periódico el edil de Urbanismo, Joan Boned. A partir del momento en que se comienze a aplicar la norma de cupos, y por riguroso orden de antigüedad, se irán concediendo licencias en función del cupo previsto para cada año.