Age Concern significa 'ocuparse de la gente de edad', y ese es precisamente el cometido de la agrupación que lleva ese mismo nombre, una asociación con un señero pasado en el Reino Unido y con casi diez años de experiencia en España. «Después de la II Guerra Mundial en muchas familias no había quien cuidase a las personas mayores porque muchos jóvenes habían muerto o desaparecido», explica Sally Kennedy. Ella es la presidenta de la agrupación en Eivissa desde que ésta se formó en el año 1997, con una filosofía muy similar a la de su hermana inglesa, aunque también con una diferencia clave. «En España trabajamos principalmente con personas mayores extranjeras a las que, por problemas del idioma, les cuesta hacer una vida normal». Acompañarles a hacer la compra, a solucionar cuestiones administrativas, o simplemente hacerles compañía son algunas de las funciones de los trece integrantes de la asociación. «A veces ni siquiera hay que ir a verles, simplemente te llaman con una duda y tú se la solucionas», comenta Kennedy.
En España, los primeros indicios de esta asociación aparecieron
en Mallorca a través de un comité ligado a la iglesia anglicana,
aunque pronto se convertiría en Age Concern España. Menorca, Costa
Blanca Sur, Lanzarote o Estepona son otras de las ciudades en las
que han abierto sus puertas nuevas sedes, y aunque cada una de
ellas mantiene su independencia jurídica, todas pertenecen a una
Federación. En Eivissa, Age Concern (Amigos de la Gente de Edad),
está integrada por un comité de ocho personas y siete voluntarios,
aunque, como explica Kennedy, «los miembros del comité también
hacen de voluntarios». A pesar de que la mayoría de los
trabajadores y los ancianos a los que atienden son extranjeros,
aceptan con cariño a los residentes españoles y todos los
trabajadores hablan castellano. «De hecho visitamos a los ancianos
de la residencia del barrio de Cas Serres», dice la presidenta. Hoy
por hoy mantienen un seguimiento de ocho casos particulares, además
de las visitas esporádicas a la residencia. «Si ellos nos lo piden
podemos podemos ir a visitarles a su casa -explica- y en el equipo
también contamos con tres enfermeras». Ninguno de los voluntarios
cobra nada por su trabajo y la asociación tampoco recibe
subvenciones de las instituciones; además, entre las actividades
lúdicas que organizan a lo largo del año sólo se cuentan un bingo y
un almuerzo de Navidad, pero las ayudas llegan de las donaciones de
particulares y, en ocasiones, gracias a grupos como Theatre Trust,
que de manera totalmente altruista organiza espectáculos con el fin
de recaudar dinero para Age Concern.
S.Y.