Como medida cautelar, el fiscal propone ordenar a la propiedad de la gasolinera de la carretera de Santa Gertrudis, situada a 100, 400 y 550 metros de distancia de los tres pozos contaminados, a que proceda al inmediato y provisional vaciado de los tanques o depósito mientras se instruyan las diligencias penales. El Ministerio Fiscal entiende que si el origen de la contaminación procede de la gasolinera hay que tomar esta medida para no agravar aún más el problema.
Los denunciantes, propietarios de la finca Can Juan d'en Torres, colindante a Can Caus detectó en agosto del año pasado indicios de que su pozo podía estar contaminada por hidrocarburos (la gasolinera se encuentra a 400 metros) y, por ello, interpuso una denuncia ante el Consell Insular de Eivissa y Formentera y las conselleries de Sanitat y Consum, Medi Ambient e Industria, dependientes del Govern balear. En febrero de este año, otro vecino, Joan Torres, detectó que su sènia, situada a 150 metros de la anterior, también despedía un fuerte olor a carburante. Una vez publicada en la prensa la denuncia de los vecinos, apareció un tercero, Pedro Carabias, propietario de la finca Can Matà, que aseguró que su pozo, situado a 100 metros de la gasolinera, también tiene el mismo problema desde diciembre, tal como adelantó este periódico. Los denunciantes aseguran que la situación es muy grave ya que a un kilómetro de distancia se encuentra un pozo de suministro de agua y existen explotaciones ganaderas y de cultivo.