-Durante cuatro años se ha hablado mucho de urbanismo en Formentera
-Yo no lo entiendo así y me remitiría a las hemerotecas. Otra cosa es que la gente tenga esa sensación; es un aspecto sociológico que forma parte de la condición humana, pero no soy psicólogo y como mucho puedo afirmar que se ha producido un cambio importante en la población relativo al urbanismo y a la construcción y habría que buscar las motivaciones en aspectos puramente económicos. La gente ha identificado valor con posibilidad de urbanizar o edificar y lo que una institución debe hacer es un trabajo didáctico remarcando que los valores de Formentera son básicamente naturales, paisajísticos, de conservación de la naturaleza y el entorno y de preservación de costumbres sociales y culturales que forman un todo, un conjunto que hace que Formentera sea un destino turístico claramente diferenciado del resto de las islas.
-¿Está asegurado el futuro turístico de la
isla?
-Sí, siempre que todos tengamos clara conciencia que la
conservación de esos valores propios y naturales y la no
masificación significa un seguro de cara al futuro turístico de
Formentera.
-Pero hace varios años que el sector se queja de temporadas turísticas flojas
-No es lo mismo la realidad publicada a la auténtica realidad, sólo hay que ver quienes hacen estas declaraciones, pero lo cierto es que en determinadas épocas es imposible encontrar una cama libre en la isla y sin embargo hay quien afirma que la ocupación no es buena, algo no cuadra, está claro, siendo un destino único, diferente y extraordinario difícilmente equiparable a cualquier otro destino del Mediterráneo como hasta ahora.
-La Savina ¿ampliación o reordenación?
-Formentera necesita una adecuación de las actuales superficies
portuarias para dar respuesta a la demanda no sólo actual sino
también futura.
-Si el hospital fue la estrella de las elecciones del 99 ¿cuál es la de 2003?
-En el 99 decíamos que lucharíamos por el hospital, en 2003 decimos que se construirá. Otra estrella no menos brillante será la ejecución de las obras financiadas a través del Consorci Formentera Desenvolupament, pendientes sólo de licitación, y entre las que se encuentra la primera fase de arreglo del Camí Vell de la Mola.
-Pero eso son consecuencias de la anterior legislatura, no son novedades.
-Como novedad apuntaría la remodelación del Ayuntamiento. Hemos de poner los espacios y los contenidos de dichos espacios para que el Consistorio sea realmente aquello que todos los formenterenses hemos soñado: un Ayuntamiento ágil y dinámico, eficaz y capaz de dar respuesta inmediata a las demandas de los ciudadanos.
-¿Por qué acude tan poca gente a los
plenos?
-Los políticos que estamos en el ayuntamiento, empezando por mi
mismo, no somos grandes oradores y además, muchos de los temas que
se tratan no concitan el interés público. Hemos de ser capaces de
que la participación ciudadana sea una realidad y no una quimera, y
creemos que a través de asociaciones culturales y vecinales lo
conseguiremos ya que son las propias asociaciones las interesadas
en participar.