La fuga de gasolina sin plomo 98 de la estación de servicio de Santa Gertrudis puede haber contaminado 1,7 millones de metros cúbicos de agua del subsuelo, lo que equivale a 2.350 piscinas como la de es Raspallar. La gasolinera reconoce que en septiembre del año pasado se produjo una fuga de 2.349 litros de gasolina sin plomo 98 (el estanque tiene capacidad para contener 30.000 litros de combustible) y la propia guía de seguridad de las estaciones BP establece que un litro de carburante puede llegar a contaminar 750.000 litros de agua, por lo que, según ello, si todo el carburante acabó en el acuífero podría afectar a 1,7 millones de metros cúbicos de agua.
Marinela Torres, responsable de la estación de servicio, propiedad de Hydrotechnik España S.A., asegura que cuando se detectó la fuga (los tanques, de doble pared, disponen de un sistema de detección de escapes) se vació de inmediato el tanque y no se volvió a vender gasolina sin plomo 98 hasta noviembre, que fue cuando se arregló la rotura. Para ello, una empresa venida de fuera cubrió el tanque con fibra de vidrio. «No entiendo cómo se pueden romper las dos paredes de un estanque de tres años, cuando tiene una garantía de 10 años», asegura.
La empresa, por ello, presentará una denuncia ante los Juzgados en contra de Construcciones Díaz y Vidal para reclamar los daños y perjuicios causados por el estanque instalado. Ya presentó otra en febrero, que ahora está en manos de la Audiencia Provincial, por las deficiencias detectadas en la construcción del edificio, cifradas en 60.000 euros.
Una vez arreglado el estanque donde se produjo la fuga, la propiedad de la gasolinera instaló un nuevo sistema más novedoso, que funciona a través de una sonda, para detectar pérdidas de fuel. La Conselleria de Medi Ambient ordenó hace dos semanas a la gasolinera que vaciara el estanque de gasolina sin plomo 98, pero ahora pide que lo vuelva a llenar hasta arriba para certificar si el estanque es del todo hermético.
Torres asegura que la gasolinera nunca ha negado que se hubiera producido una fuga de gasolina, pero recalca que los análisis realizados en los pozos contaminados desvelan que el agua también contiene gasóleo, y que éste, en ningún caso, proviene de la estación de servicio. «El gasóleo no es nuestro», subraya.
La responsable de la estación de servicio lamenta el daño causado y asegura que la empresa hará todo lo que esté de su mano para solucionarlo. «Cuanto antes se actúe mejor», dice. Tampoco entiende por qué ha tardado tanto la administración en actuar. La primera denuncia de los vecinos afectados se presentó en octubre, pero la Conselleria de Sanitat no acudió a la gasolinera, según Torres, hasta el 10 de febrero. mientras que el técnico de la dirección general de Recursos Hídricos no lo hizo hasta el 16 de abril.