El triunfo del Partido Popular el pasado 25 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales allanará el camino para la construcción de la desaladora de Santa Eulària, contemplada en el Plan Hidrológico Nacional. Este proyecto, que el Ministerio de Medio Ambiente decidió llevar a cabo a pesar de la oposición del equipo progresista que hasta ahora estaba al frente del Govern de les Illes Balears, a partir de ahora se asegura el beneplácito del ejecutivo balear y del Consell, que pasa a manos del PP de las Pitiüses, que siempre han defendido la necesidad de esta infraestructura hidráulica para acabar con los problemas de abastecimiento de Santa Eulària.
El conseller electo y senador por Eivissa y Formentera, Enrique Fajarnés, explicó ayer que «la desaladora es ya una realidad y lo hubiera sido tanto si el PP ganaba como si no» y reconoció que «ahora las cosas serán más fáciles ya que al frente de las instituciones de las Balears estará la misma fuerza política que en el Gobierno central». Por otra parte, Fajarnés no descartó la posibilidad de que se construyan nuevas desaladoras en las Pitiüses. «Hay que dejar tiempo al nuevo gobierno balear y al Consell para que, conjuntamente con los Ayuntamientos que lo reclamen, se hagan los estudios pertinentes», añadió. Entre los municipios que en estos cuatro años pasados solicitaron esta infraestructura están Sant Joan, que reclamó plantas desaladoras para Portinatx, Sant Vicent y Sant Miquel, y Sant Josep, que solicitó al Gobierno central este tipo de infraestructura para Platja d'en Bossa y Port d'es Torrent.
La prioridad ahora es la desaladora de Santa Eulària que tendrá un coste de trece millones de euros y que dispondrá de la financiación de la Unión Europea. El pasado mes de abril, pese a la oposición del Govern presidido por el Pacte, el Ministerio de Medio Ambiente sacó a concurso público la construcción y explotación por un período de quince años de esta y otras tres desaladoras para las Illes Balears, Ciutadella, Alcúdia y Andratx.