A pesar de las altas temperaturas que se están registrando estos días en Eivissa, en la plaza de la iglesia de Sant Joan, donde ayer se celebraban los actos principales de las fiestas patronales de esta localidad, la sombra de los árboles permitía aguantar el tipo con facilidad. El día de Sant Joan da la bienvenida al solsticio de verano y ayer nadie lo ponía en duda, pero este año la celebración también ha servido para presentar ante los feligreses una nueva talla del santoral. San Mariano Abad se suma así a los santos que la parroquia guarda entre sus paredes. El obispo de la Diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés Soriano, aprovechó la celebración de la misa para hacer los honores a este santo de origen francés cuya imagen había sido situada frente al altar.
Un hombre de campo
Tan sólo los asistentes a la homilía pudieron observar la talla de
San Mariano Abad, que fue descrito por Cortés Soriano como «un
santo amigo». San Mariano fue un hombre que trabajaba en el campo y
que se representa con una calavera junto a su pie derecho y una
campanilla colgada del cuello. La nueva imagen no ha podido salir
este año en procesión porque no han tenido tiempo de preparar un
soporte necesario para transportarla.
Pero durante la mañana festiva hubo otros muchos protagonistas. Entre ellos estaba Francisca, una ibicenca de Portinatx que continúa vistiendo el traje tradicional de gala en ocasiones como la de ayer. Ella, a pesar de ir de negro, aseguraba que toda esa tela no le hace pasar calor. Al salir de la misa se situó en una esquina dispuesta a ver pasar la procesión. «No puedo acudir todos los años porque no siempre hay alguien que me pueda traer, hoy lo he conseguido por poco», decía satisfecha.
También tuvieron unos minutos de gloria los numerosos políticos que acudieron a la cita. Situados detrás del resto del clero, desfilaron con solemnidad la presidenta del Consell en funciones, Pilar Costa, y el también vicepresidente en funciones, Vicent Tur; ambos compartieron charla con el presidente electo de la máxima institución pitiusa, Pere Palau, la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, Stela Matutes, el nuevo alcalde de Sant Antoni, Pepe Sala, o el edil de Sant Joan, Antoni Marí Marí. Precisamente éste último fue otro protagonista; hace un mes demostró que es uno de los alcaldes más queridos de la isla. «Las fiestas son siempre importantes para un alcalde, pero además yo soy de Sant Joan y trabajé mucho tiempo en la comisión de fiestas; si a eso le sumamos que acabamos de estrenar una nueva legislatura, uno quiere que salga mejor que nunca», comentó. El baile de la Colla de Labritja, los bunyols, una fiesta infantil a cargo de Còmica, un espectáculo circense de la compañía Rgascat, o un concierto de Can Raia Rock Band fueron otras de la citas de la jornada. Sara Yturriaga