E. R. / EFE
La Política Agraria Común (PAC), aprobada la pasada madrugada en
Luxemburgo, mantiene al final la ayuda para el cultivo de frutos
secos (241'5 euros por hectárea) siempre y cuando el Gobierno
español se haga cargo del 50 por ciento del coste. Este punto de la
reforma agraria afecta a las Pitiüses para el cultivo de la
almendra principalmente.
De todos modos, las organizaciones agrarias ASAJA y Unió de Pagesos (UP) de Balears expresaron ayer su insatisfacción por la nueva política agraria europea, según informa Efe, porque ésta supondrá que el campo balear deje de ingresar dos millones anuales procedentes de los fondos europeos.
En sendos comunicados, las dos asociaciones agrarias manifiestan su desacuerdo con la norma aprobada aunque en distinto grado, ya que mientras ASAJA considera que aún hubiera sido peor la propuesta inicial del comisario Franz Fischler, UP opina que «han ganado las propuestas más liberales» del responsable de Agricultura de la UE.
Para UP, el hecho de que haya prosperado la idea de desvincular las ayudas comunitarias a la producción es «totalmente negativo para los profesionales de la agricultura, ya que no será necesario producir para recibir subvenciones y, por tanto, favorecerá la especulación». La entidad agraria critica asimismo que la reforma acordada permite que los Estados miembros puedan vincular las ayudas a la producción parcialmente, lo que supone «pasarles la responsabilidad y que tengan que negociar con las diferentes autonomías y sectores. Eso implicará un caos para el sector agrario español». Echa en cara igualmente el recorte del 3 por ciento de las ayudas directas a partir de 2005 y de un 5 por ciento dos años más tarde. Todo ello hace que la reforma abra «un gran interrogante para el futuro de los profesionales de la actividad agraria» y que las consecuencias a medio y largo plazo puedan ser nefastas». ASAJA advierte de los efectos que tendrán la modulación y el desacoplamiento de las ayudas en el cultivo de cereales y en la producción de ovino, caprino y vacuno. Además, recuerda que la situación idónea para el sector de frutos secos en Balears hubiera consistido en una ayuda de cerca de 300 euros por hectárea, si bien se congratula de que se mantengan las subvenciones actuales.