El obispo de la Diócesis de Eivissa, Agustín Cortés Soriano, mediará con los ayuntamientos de Eivissa para ayudar al colectivo senegalés residente en Eivissa que trata de legalizar su situación ante la ilegalidad de la venta ambulante.
«Pedimos imaginación y generosidad», subrayó Agustín Cortés tras el encuentro que mantuvo ayer con los senegaleses, al que también acudió la representante de Justicia y Paz, Cristina Molina, y la portavoz de la Plataforma por la Convivencia, Carmen Duarte, en una reunión que se celebró en el Obispado de Eivissa.
El obispo mostró su apoyo a las peticiones del colectivo recordando que «la Iglesia tiene una sensibilidad muy especial con la problemática de los inmigrantes».
En esa reunión, los senegaleses aseguraron al obispo que están dispuestos a cumplir legalmente lo que les pidan «siempre y cuando lo puedan hacer», ya que el sector se encuentra con problemas para resolver la situación. El obispo de la Diócesis recordó que «hay muchas familias que viven de ese trabajo eventual durante unos meses al año y no pueden montar su propio negocio ni hacer una inversión para un local, son gente honrada».
Los senegaleses proponen el aumento de la capacidad de los mercadillos para ejercer su trabajo. Esta será la petición que llevará el obispo a los ayuntamientos a los que se dirigirá bien por escrito bien personalmente para tratar de ayudar al colectivo senegalés.
La Pimeef ya ha expresado su rechazo absoluto a la venta ambulante y pide su erradicación.