En s'Argamassa el turismo más familiar ha encontrado una playa casi perfecta en la que pasar las interminables jornadas estivales. Los vientos suaves convierten sus aguas en un lugar seguro donde los niños pueden nadar y jugar a su antojo sin que los padres tengan que preocuparse excesivamente. Andrew pasa desde hace varios años sus vacaciones en uno de los establecimientos cercanos. Asegura que le gusta esta playa porque «está cerca del hotel y es bastante tranquila». Acude a diario junto a su mujer y sus hijos y mientras éstos juegan y su mujer toma el sol, él da largos paseos por una zona rodeada de pinos y sabinas.
Es una playa con posibilidades porque está constituida por pequeñas calas de arena que permiten escoger la menos concurrida o la que tenga más servicios, en función de las necesidades de cada persona. En la parte situada frente al hotel Sol s'Argamassa trabaja Rick, en una pequeña caseta en la que se pueden alquilar barcas, motos de agua, practicar jet-ski o parasailing. Según Rick, s'Argamassa no es una playa a la que sólo acudan los huéspedes de los hoteles, «también viene gente de la isla y muchas familias porque es tranquila y segura», explica el monitor.
Dirigiéndose hacia el margen izquierdo (si estamos situados frente al hotel Sol s'Argamassa) y atravesando una zona de algas en la que también se puede uno acomodar, se llega hasta Ca na Martina, otra playa rodeada de numerosos apartamentos pero que también resulta muy atractiva para el visitante.
Otra de las características de s'Argamassa es que en la parte central hay una plataforma hormigonada siempre llena de hamacas y que separa dos zonas de la playa. Además, hay un malecón que une la orilla con un pequeño islote.
Los fondos son arenosos, aunque también se pueden encontrar rocas. La playa es de arena y en ocasiones ésta se mezcla con la tierra que se desprende de las paredes que rodean el lugar. En definitiva, un lugar tranquilo, pero sobre todo en invierno. S.Y.