Ni una sola de los centenares de cartas y postales franqueadas con etiquetas adhesivas de la empresa Global Mail, empresa postal autorizada por Fomento, llegará a su destino si se envía desde los buzones de Correos. El servicio postal público de Eivissa está amontonando todas estas postales para enviarlas a Madrid como prueba del presunto fraude que, a juicio de Correos, está cometiendo Global Mail, segundo nombre de la empresa International First Class Courier & Express, S. L.
Ryumansa, empresa subcontratada por Correos en Eivissa, ha denunciado recientemente que «los sellos» que Global Mail está vendiendo en numerosos hoteles y establecimientos de la isla son «falsos» y, además, asegura que esta compañía no tiene fundamento legal para realizar envíos postales. Global Mail está quitando mucho mercado a Ryumansa. Sin embargo, el Ministerio de Fomento entregó en abril de 2002 a Global Mail una Autorización Administrativa General en la que autoriza a esta empresa a organizar la recogida y el envío de cartas y tarjetas postales de entre 350 gramos y dos kilogramos en ámbito interurbano e internacional. Sin embargo, una carta o una postal no excede los 350 gramos, por lo que, según la autorización del Gobierno español, Global Mail no puede realizar el trabajo que está desempeñando.
Esta empresa ha instalada pequeños buzones en hoteles y establecimientos comerciales para recoger las tarjetas y postales. Según la propia Ryumansa, las postales franqueadas por Global Mail que se introducen en estos buzones sí llegan a su destino a través de canales de distribución con base en Malta, Gibraltar o Gambia.
Pero la mayor parte de estas postales las envían turistas extranjeros que no saben distinguir entre un buzón de Correos y uno de Global Mail y todas las postales que caen en estos últimos nunca llegarán a su destino. Centenares de postales de Global Mail mostraron a este diario los representantes de Ryumansa, cartas que se quedarán en sus servicios jurídicos en Madrid.
Norma White, representante en la isla de Global White, ha acusado a Ryumansa de intentar a toda costa y a través de cualquier medio acabar con la competencia que ellos representan.
La directora de Correos en Eivissa, María Ferrer, coincidió en que la actividad de Global Mail sería legal si cumpliera, tal y como marca la autorización del Ministerio de Fomento, con el envío urbano e internacional de cartas y postales de entre 350 y 2.000 gramos. Global Mail opera sólo en zonas turísticas.