El conseller de agricultura, ganadería y pesca del Govern de les Illes Balears, Tomás de Villanueva, mantuvo una reunión con los representantes de los pescadores, ganaderos y agricultores de Formentera que le hicieron llegar, por escrito y de viva voz, sus exigencias para activar y dinamizar unos sectores que en la Pitiusa menor encuentran cada vez mayores dificultades para su pervivencia. Villanueva prometió regresar el próximo mes de setiembre para dar respuesta a algunas de dichas peticiones entre ellas, y quizás la de mayor alcance, es la posibilidad de crear una cooperativa agrícola y ganadera.
Al respecto, el conseller de agricultura, ganadería y pesca del Consell Insular, Pep Mayans, explicó que él mismo realizó hace más de un año un guión «para hacer el estudio de viabilidad de la cooperativa». Entre las necesidades de este proyecto está la compra de un solar, la construcción de una nave que albergue la cooperativa, la adquisición de maquinaria como tractores y segadora, la puesta en marcha de una tienda ecológica, y la posibilidad de obtener un distintivo específico para la carne de Formentera.
La tarea que se ha comprometido a realizar en breve el conseller Mayans es «valorar el coste de esta serie de puntos básicos y elaborar un estudio de qué puede ofrecer Formentera al respecto, según las fincas y las características propias de cada una de las explotaciones».
Otros asunto debatido fue el del distintivo de calidad para la carne de Formentera, sobre la que no está claro si se limitaría a la carne de cordero o dejará la puerta abierta a otras carnes.
Por otra parte, el conseller insular y diputado de Formentera se comprometió a tener lista para setiembre una valoración del coste que supondría una red de abastecimiento de aguas depuradas terciarias a fin de su utilización como regadío, iniciativa emprendida hace un año a la que se sumaron un gran número de agricultores y ganaderos de la isla que cristalizó en la constitución de una Comunidad de Regantes.
Por lo que se refiere al matadero, Mayans explicó que su puesta en marcha sólo depende dos pequeños trámites en las consellerias de Agricultura y de Medi Ambient que intentará solucionar cuanto antes para que «el matadero se inaugure ya, puesto que la inspección de Sanidad la ha pasado y todas las instalaciones están en perfecto estado».
La Cofradía de Pescadores solicitó, por su parte, la realización de cursos de formación en Formentera para ir renovando el personal de la limitada flota de la isla, unos cursos cuya duración mínima es, según Mayans, de dos meses en los que se instruye, capacita y otorgan los permisos necesarios para enrolarse como tripulación en alguna de las embarcaciones que faenan desde Formentera. Sobre la posibilidad de crear reservas marinas, bien por zonas, bien por especies, y siempre de forma itinerante en el primero de los casos y en función del agotamiento de los recursos en el segundo, se trata de un tema que para Villanueva y Mayans «habrá de estudiarse». Finalmente los pescadores transmitieron su preocupación por la rápida desaparición del atún en aguas de la Pitiusa menor en especial y del Mediterráneo en general por la pesca extensiva que se realiza en la temporada de migración.