Chamuscadas, no como San Lorenzo que murió quemado en una parrilla según cuenta la leyenda, pero sí por los rayos del sol se quedaron las decenas de personas que ayer acudieron a Sant Llorenç de Balàfia para celebrar el día del patrón que da nombre a esta bella localidad de Sant Joan de Labritja.
Cumpliendo con la tradición, el sol, 'lorenzo' para los amigos, hizo su aparición subido de tono, por lo que los asistentes a los actos centrales del día del patrón de Balàfia se tuvieron que armar con abanicos y lugares a la sombra para hacer frente a las altas temperaturas que se cocieron ayer en los aledaños del templo que poco antes del mediodía congregó a numerosas personas. Entre ellas el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca; el presidente y vicepresidente del Consell Insular, Pere Palau y Enrique Fajarnés respectivamente; la consellera d'Esports, Cati Palau; Josep Juan Cardona, conseller balear d'Indùstria; el alcalde de Sant Antoni, Josep Sala y la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, asistieron a la misa solemne que el obispo de la diócesis d'Eivissa i Formentera, Agustín Cortés, dirigió en un templo abarrotado de gente y con muchos grados de calor.
La homilía en honor al patrón contó con la participación de la Colla de Labritja que fue la que, junto con la Banda de Tambores y Cornetas de Santa Eulària, puso el toque musical a la procesión que recorrió los alrededores del templo bajo un sol de justicia pasadas las 13,00 horas.
Una vez concluida la procesión, en la que el patrón San Lorenzo abría el desfile de siete imágenes religiosas, la Colla de Labritja se hizo un hueco en la plaza de la iglesia para dar comienzo a una bella actuación en la que los protagonistas fueron los integrantes más jóvenes de la agrupación folklórica. Los bailarines del grupo infantil consiguieron arrancar los aplausos más sonados de un público arremolinado bajo los tres únicos árboles de la plaza que daban sombra a las 14,00 horas.E.E.