El emisario submarino de la depuradora de Eivissa, que desemboca en la bahía de Talamanca, vulnera la Directiva Hábitat de la Unión Europea para la conservación del medio ambiente y la fauna y flora silvestres. Así lo dice la consultora ambiental Duna Baleares en la valoración y diagnóstico del Plan Especial de ses Feixes.
La presencia del emisario y la obra que en su día se realizó para instalarlo es una de las principales causas que explican, según el informe, la regresión observada en el escollo-barrera de posidonia, declarada Patrimonio de la Humanidad y protegida por la citada normativa europea.
El tubo por el que salen al mar los vertidos de la depuradora atraviesa el escollo y la extensa pradera de posidonia, lo que ha provocado la rotura de esta extensión vegetal (el escollo se encuentra entre uno y tres metros por encima de la pradera) por un extremo abriendo una linea de erosión que altera los flujos de corriente y sedimentación en el entorno de la instalación y afecta a la estabilidad del resto de la pradera, según indica el diagnóstico de la consultora ambiental.
El emisario es largo, pero discurre paralelo a la costa y desemboca en un punto próximo al dique de Botafoch, por lo que difícilmente cumple también la normativa que obliga a que el extremo del desagüe de la depuradora esté a una distancia mínima de 500 metros de la costa.
El ancla de las embarcaciones que amarran en la bahía de Talamanca es otro de los factores que causa el deterioro de esta pradera de posidonia, que es una de las que tienen un mayor desarrollo en las Pitiüses. «Es un arrecife de manual», asevera el biólogo de Duna Baleares, Bartolo Planas, que destaca el estudio realizado en la zona por el también biólogo Manu San Félix.
Esta formación vegetal, según el diagnóstico, tiene a su vez una calidad ecológica y una fragilidad muy alta, por lo que se aconseja una acción de carácter prioritario. Los vertidos de la depuradora también contribuyen al proceso de eutrofización del agua (aumento de la concentración de materia orgánica) que aumenta la turbiedad de la bahía y el desarrollo de la caulerpa prolifera, un alga que desplaza a otras especies como el césped submarino, que, al igual que la posidonia, es una planta marina muy extendida también en la bahía. La instalación de drenajes pluviales, los vertidos incontrolados de las embarcaciones de recreo, así como las obras de construcción del dique de Botafoc también inciden notablemente en la pérdida de claridad del agua de la bahía.