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El alcalde de Formentera declara la guerra a las acampadas en la isla

La proliferación de campistas obliga este verano al ayuntamiento a actuar con firmeza

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Según el alcalde del PP, se advierte a las personas que realizan acampadas que «serán requeridas por los agentes de la autoridad para desmantelar inmediatamente el campamento y dejar la zona limpia y sin restos de basura, y serán sujetos al régimen sancionador que resulte de acuerdo con la normativa de aplicación». Asimismo la resolución del alcalde señala que «la Policía Local y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado requisarán el material de las acampadas a aquellas personas que no desmoten la acampada» y advierte que «los objetos requisados se guardarán en dependencias municipales a disposición de quienes acrediten -mediante factura de compra ha puntualizado el alcalde Costa-, su titularidad a quienes se les devolverá dicho material previo pago de los gastos realizados y de la sanción económica pertinente».

Para tomar una medida tan drástica, el alcalde popular se ampara en la Ley de Costas, en el Porn del Parque Natural de ses Salines d'Eivissa i Formentera, lasnormas subsidarias de la isla respecto a la preservación del suelo no urbanizable, las leyes de disciplina urbanística y otras disposiciones, y aunque inicialmente explicó que en esta medida primaba el interés social, posteriormente afirmó que eran criterios de protección medio ambiental los que determinaban una medida de este tipo y no cuestiones económicas por mucho de que se trate de un tipo de turismo que no deja dinero .

Para el alcalde de Formentera queda claro que «tiendas, sacos de dormir y caravanas son ilegales y por tanto quien se sirva de estos elementos incurre en una ilegalidad que será perseguida». Asimismo Costa solicita la colaboración ciudadana denunciando la presencia de campistas, que serán perseguidos a primera hora de la mañana y de forma conjunta por Policía Local y Guardia Civil tanto en los lugares que hayan sido denunciados como mediante rastreos cotidianos. Para Juanma Costa el objetivo es que en 2004 se reduzca al mínimo esta actividad ilegal que, según él, está incluso promocionada a través de internet.

El pasado domingo una familia formenterense acudió a Can Marroig para llevar a cabo una torrada familiar. Cuando llegaron se encontraron con que la zona dedicada a este efecto estaba tomada por entre 30 y 40 peluts con un elevado número de perros, que estaban tumbados en los bancos y en las mesas donde se veía claramente que llevaban en el lugar desde el día anterior y con ingentes cantidades de porquería por todos lados. Pero la sorpresa máxima, según ha explicado una persona que acudió con su esposo y sus hijos a comer a la única finca pública de Formentera, es que encima de una de las mesas había una pareja haciendo el amor que no se cortó en absoluto con la habitual presencia de familias.

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