El nuevo gobierno del Consell Insular retoma el proyecto de construcción de un centro de comercialización de productos autóctonos que se levantará junto a las instalaciones de Agroeivissa, en Blancadona. El conseller insular de Medio Ambiente y Agricultura, Josep Mayans, visitó ayer las instalaciones de Agroeivissa, donde debatió con su presidente y gerente la construcción de esta nueva nave, que contará con una infraestructura modernas para comercializar la producción de la cooperativa agraria y otros productos con el sello exclusivo de las Pitiüses.
Mayans reconoció que el Consell no dispone en este momento de presupuesto para financiar esta obra, presupuestada en aproximadamente 1,1 millones de euros, pero aseguró que si es necesario pedirá la ayuda del Govern balear para sacar adelante el proyecto. «Intentaremos financiarlo, pero si no podemos recurriremos a Palma», indicó ayer a este periódico el conseller.
El presidente de Agroeivissa explicó a Mayans que la cooperativa precisa de más espacio para cubrir sus prestaciones. Actualmente Agroeivissa tiene algo más de 30 asociados (cubre aproximadamente el 70 por ciento del total de la producción de la isla), pero, según mantiene su gerente, Daniel Criado, no puede comercializar la producción de otras fincas si no amplía sus instalaciones.
La cooperativa también pidió ayer al conseller ayuda para acometer la modernización de las instalaciones de sus socios como, por ejemplo, los sistemas de riego o los invernaderos.
En cuanto al centro de comercialización de productos autóctonos, el Consell aún valora si las instalaciones deben depender exclusivamente de la cooperativa agraria o si, por el contrario, también las pone a disposición de otros pequeños productores de la isla. Las instalaciones, según el proyecto realizado por el anterior equipo de gobierno del Consell, dispondrán de modernas cámaras de refrigeración y un punto de venta de los productos.
Por otro lado, Agroeivissa dispone desde hace tres meses de una nueva máquina para limpiar los envases donde sirve la fruta y hortalizas a sus clientes. Esta máquina ha tenido un coste de 33.000 euros (5,5 millones de pesetas) y permite a la cooperativa agrícola añadir un valor de calidad a su oferta.