El Govern balear tiene ya preparado un borrador de decreto en el que se congelan las ayudas a la rehabilitación de pisos con el fin de que la mayor parte del dinero de rehabilitación vaya a la compra de viviendas para jóvenes. El decreto estaba ya listo, pero en estos momentos se está modificando para ajustarlo a los nuevos datos aportados al Govern por el Observatorio Joven de la Vivienda en España, que ofrece información actualizada sobre los problemas que tienen los jóvenes de las Islas a la hora de comprar un piso.
En cualquier caso, el objetivo de la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, es ayudar a los jóvenes a la adquisición de viviendas de precio medio. El decreto fijará ayudas para la compra de viviendas cuyo precio máximo sea 210.000 euros (35 millones de pesetas) y el límite de edad para poder acceder a estas subvenciones será de 34 años. Los metros máximos subvencionables no están decididos ya que se estudia si fijarlo en 90 o en 120 metros.
Según los datos aportados por el Observatorio Joven de Vivienda en España, una persona de menos de 34 años debe destinar de media el 76,5 por ciento de su sueldo a la compra de vivienda. Esta cifra se dispara en el caso de los menores de 24 años, cuyo gasto medio en vivienda representa el 138 por ciento de su sueldo. En Balears 222.222 jóvenes tenían menos de 34 años a finales de 2002.
El problema fundamental al que se enfrentan los jóvenes es la diferencia que existe entre el precio real de la vivienda y el límite máximo que pueden pagar los menores de 34 años. Según el estudio del Observatorio Joven de Vivienda, el precio medio de un piso en Balears se sitúa en 161.364 euros, cuando el límite tolerable para una pareja joven es de 113.200. Esta situación se complica en el caso de que sea una persona quien desee comprar la vivienda en solitario. El precio máximo tolerable para un joven menor de 34 años es de 63.269 euros, una diferencia de casi 100.000 euros con respecto al precio real de los pisos.
Por este motivo, la consellera pretende que la subvención sea una cantidad fija por compra de primera vivienda y por una cuantía que realmente ayude a los jóvenes que se enfrenten al reto de comprar por primera vez un piso, sea de primera o de segunda mano. «No queremos dar ayudar de 600 euros, sino que hablamos de cantidades que realmente supongan una ayuda para la compra», dijo Mabel Cabrer.
Parte de estos recursos se obtendrán de la partida que el Govern destinaba hasta ahora a rehabilitación, una línea de ayudas muy criticada tanto por la consellera como por el director general d'Habitatge, Antoni Llamas. Llamas explicó que su departamento acumula en estos momentos 400 peticiones de ayudas a rehabilitación que serán reconsideradas ya que supone una hipoteca para las arcas de la Conselleria cercana a los cuatro millones de euros.
La Conselleria no dispone en estos momentos de fondos para hacer frente a estas ayudas ya que la partida estaba en función de las disponibilidades presupuestarias de la Administración. A día de hoy, la disponibilidad presupuestaria es cero.