Septiembre en el calendario y en las carteras de padres, que estos días hacen frente a una de las cuestas económicas más acusadas del año, y de los niños, que con mayor o menor ilusión, llenarán sus mochilas con los nuevos libros de texto con los que trabajarán a lo largo de los próximos nueve meses. Este era el ambiente que ayer se vivía en algunas librerías especializadas en este tipo de productos educativos en los que ya se empezaban a formar las primeras aglomeraciones y visitas de padres y madres para recoger el material para el curso 2003-2004.
Julián Sanz, de la Hipérbole, no veía ninguna nota a destacar en
esta pretemporada escolar. «Más o menos es lo de siempre. Estos
días viene mucha gente a por sus libros de texto, que es realmente
cuando la gente los compra y no antes», explicaba. «Lo que sí hemos
notado el año pasado y este es que el público nos pide la factura
para poder acogerse a las ayudas que da el Ayuntamiento de Eivissa
que sufraga todos los gastos de libros de texto de alumnos de
Primaria», destacó.
En cuanto a la media de gasto por alumnos Sanz fue prudente y no
quiso pronunciarse. «Todo depende del centro escolar al que nos
refiramos porque hay colegios que piden más libros que otros», dijo
antes de apuntar que quizás la mayoría de las cuentas rondan los 90
euros.
Donde también trabajaban a buen ritmo ayer era en la Librería
Vara de Rey a la que acudían tanto clientes que ya habían hecho sus
reservas de libros a lo largo de agosto como los que iban a comprar
directamente. «Hace un par de cursos en los que nosotros intentamos
contar con todos los libros en nuestras librerías antes de que
empiecen las clases para evitar aglomeraciones», decía Santiago
Marí, gerente de las Librerías Vara de Rey. «Durante el mes de
agosto hemos hecho una promoción en la que hacíamos un descuento
del doce por ciento a la gente que reservaba sus libros en verano.
«Es una buena manera de dar mejor servicio y fraccionar las
ventas», explicaba.
Al igual que en Hipérbole, en Vara de Rey también han notado una
fuerte demanda de facturas de adquisición de los libros debido a
las distintas subvenciones que otorgan los ayuntamientos de la
isla. E.Estévez