La Asociación Empresarial de Automoción y Maquinaria de Ibiza y Formentera (AEMA) presentará próximamente los primeros resultados del plan de minimización de residuos tóxicos y peligrosos que puso en marcha a principios de año. Como explicó el presidente de esta organización, José Colomar, la finalidad fundamental de la segunda fase del trabajo es conocer la cantidad de residuos tóxicos que genera en las Pitiüses el sector de la automoción, fundamentalmente concesionarios y talleres. Una vez que se tengan estos datos se facilitará esta información al Consell y a los ayuntamientos y se solicitará una reunión conjunta para abordar el tema y pedir ayuda financiera para sufragar los gastos del proyecto.
Uno de los objetivos fundamentales que pretende el sector de la automoción es conseguir que se igualen los costes de la eliminación de residuos tóxicos en Eivissa y Formentera con respecto al resto de Balears. «Nos sentimos discriminados frente a las otras islas que pagan mucho menos para eliminar por ejemplo restos de aceite», señaló Colomar, que aseguró que se pedirá el apoyo de las instituciones para conseguir la equiparación con el resto de la comunidad autónoma.
La empresa de consultoría ambiental Duna Baleares es la encargada de llevar a cabo este plan que busca prevenir en la medida de lo posible la generación de residuos, promoviendo la reutilización y el reciclaje y dejando como última opción la eliminación de estas sustancias.
De momento un equipo de biólogos se ha encargado de recoger datos de la producción de residuos en establecimientos de venta de automóviles, recambios de primera mano, chapa, mecánica y sustitución de neumáticos, fundamentalmente. Al mismo tiempo, a estos centros se les ha explicado cómo deben llevar a cabo la clasificación, tratamiento y eliminación de residuos para evitar en lo posible el impacto medio ambiental. Colomar aseguró que solicitará a la máxima institución pitiusa y a los consistorios que hagan un seguimiento de concesionarios, talleres y puntos de mantenimiento para comprobar que cumplen con la normativa establecida en estos casos.
AEMA destinó un presupuesto de casi 15.000 euros para realizar la primera fase del plan que contó en la pasada legislatura con la colaboración económica de Govern, Consell y Sa Nostra.