El Pacte mantiene que es excesivo invertir 72 millones de euros (12.000 de pesetas) en el desdoblamiento de la carretera de Sant Antoni, cuando en la isla hay otras necesidades más importantes como la construcción de escuelas e institutos, por ejemplo, así como la reforma de otras vías como la de Sant Josep. «Cada kilómetro de la carretera tendrá un coste de 1.000 millones de pesetas, con lo que se podrían construir dos escuelas», indicó.
La consellera del Pacte Fanny Tur no entiende cómo el Govern evalúa el coste de la obra, que financiará íntegramente el Gobierno central incluido el desembolso reservado a las expropiaciones, cuando aún no se ha redactado el proyecto. «La carretera», apuntó, «no será mejor por ser más cara; debe valer lo que corresponde y no más, si no es así, se trata de malversación de fondos públicos».
El Pacte, subrayó Tur, también quiere que la red viaria de las Pitiüses disponga de «carreteras cómodas y seguras» pero lamentó que la consellera insular de Vías y Obras, Stella Matutes, diga que para la de Sant Antoni está prevista «una vía ajardinada y bonita como un bulevar», tal como publicó hace unos días un diario local. «Le falló el subconsciente de consellera florero», añadió para escarnio de Matutes.
Para la consellera progresista, la solución a los problemas de los puntos negros de la carretera de San Antoni no es el desdoblamiento de la vía. Tur consideró que la respuesta debe consistir en «la instalación de paradas de taxi y bus que no pongan en peligro la vida de los viajeros que descienden en la carretera y, sobre todo, la valentía del Ayuntamiento de Sant Antoni para controlar de una vez los aforos y horarios de las discotecas», indicó la consellera de la oposición.
Por su parte, la mesa de contratación de la Conselleria de Obras Públicas aprobó ayer la adjudicación de la redacción del proyecto de reforma de esta vía a la empresa Control y Geología S.A con un plazo de ejecución de cinco meses y un presupuesto de 233.750 euros (38,9 millones de pesetas).