El 'Aida Vita' es uno de los cruceros que más veces visita la isla cada temporada. Entre mayo y noviembre, el barco hace escala en la isla cada quince días, lo que hace un total de 12 veces en los meses estivales. «Eivissa es un lugar especial, por eso venimos. Las Balears salen continuamente en los programas de televisión. Los veranos llenos de sol, fiesta, bellos rincones, paradisíacas calas... Todo el mundo quiere venir», dice el director apodado cariñosamente 'Birdy' por tener como apellido Pelikan. El 'Aida Vita' se construyó hace dos años en Alemania y en mayo de 2002 comenzó a operar sustituyendo al 'Aida Cara', otro crucero de la misma compañía que venía a Eivissa desde 1996. Este nuevo crucero es mucho más moderno que los anteriores. «Es mucho mejor que el 'Aida Cara' porque no sólo es más joven, sino más moderno, con mejor tecnología y con más diseño. Aparte ya teníamos seis años de experiencia con el otro barco, con lo que se ha mejorado considerablemente», explica el director.
Durante el verano (mayo-noviembre), el 'Aida' tiene su puerto
base en Palma de Mallorca. «La base nos sirve no sólo para coger
los pasajeros o dejarlos, sino para los cambios de personal,
abastecimiento, conexión de vuelos...», comenta el director. Hacen
dos rutas de una semana de duración cada una, saliendo siempre
desde Palma. Una de ellas va a Cádiz, Lisboa, Alicante, Formentera,
Eivissa y otra vez Palma. La segunda sale de la base hacia Córcega,
luego Roma, Cannes, Barcelona y vuelta a Palma. En invierno
(noviembre-abril) la base la tienen en la República Dominicana, ya
que el 'Aida' se traslada allí cuando en el Mediterráneo empieza a
hacer frío, para hacer dos rutas de una semana de duración por las
islas del Caribe.
Este impresionante hotel 'flotante' de cinco estrellas, tiene doce
pisos o cubiertas comunicadas por cuatro ascensores. Las últimas
plantas, de la 8 a la 12 son las de ocio. Alberga en su interior
640 camarotes de diferentes categorías para los 1.500 pasajeros que
pasan sus vacaciones en él. A este considerable número, hay que
sumar además más de 400 personas de tripulación, limpieza,
animación, atención al público, máquinas... Casi una persona de la
compañía por cada tres pasajeros.
Pero en el 'Aida Vita' hay que ser germano parlante para disfrutar
de todo lo que nos ofrece este crucero. Todo está en alemán,
paneles, información, menús, actividades... «Los pasajeros son en
un 93% alemanes y el resto, aunque son del norte de Europa, también
lo comprenden y lo hablan». Entre el personal hay cerca de veinte
nacionalidades. «La mayor parte son filipinos, que saben lo más
básico del alemán. También ingleses, polacos, belgas, franceses,
alemanes, austríacos y algún español, pero no muchos porque no
suelen hablar español y aquí es necesario», añade 'Birdy'.
«Nosotros somos a la vez, los touroperadores, la agencia de viajes... Todo se queda en casa. También vendemos excursiones en las ciudades que visitamos, nos ponemos en contacto con pequeñas agencias locales y cooperamos juntos. Pero nuestro trabajo termina aquí, no recomendamos ni restaurantes, ni tiendas ni nada... Además todas las excursiones, sean de un par de horas o todo el día, llevan un guía alemán que les va explicando todo por si tienen dudas», explica el director sobre la compañía. El 'Aida Vita' es un barco moderno, joven y elegante, con un concepto nuevo, bastante innovador. «No es un crucero ordinario, donde tienes que ir vestido formal todo el día. Aquí la gente se viste como quiere, no hay código de etiqueta ni nada. Además nuestro objetivo es la gente joven. Todo está enfocado para ellos, los espectáculos, las actuaciones, la animación... Nuestra compañía apuesta por este tipo de público, gente joven que no ha ido antes de crucero porque lo veía aburrido. Normalmente en un crucero, la edad media ronda los 55-60 años. En el nuestro está en 37-38». Pero es que este trasatlántico está lleno de sorpresas y ofertas de ocio para sus huéspedes. Restaurantes, teatro, gimnasio, discoteca, tiendas, salones de juego, ordenadores... Todo está pensado para ellos y además, los animadores trabajan casi las veinticuatro horas al día para satisfacer a todos los clientes.
S.M. Debelius