El PP aprobó el año pasado una enmienda en el Senado, que se incluyó en la Ley de acompañamiento a los presupuestos generales del Estado, para habilitar los fondos necesarios para resolver el problema de la depuradora de Eivissa. Con el cambio de gobierno insular y autonómico, el Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado el trabajo de elaboración de un informe para valorar el estado de la depuradora de Eivissa y dar una solución definitiva al problema de los vertidos y malos olores, entre la que cabe la posibilidad de levantar una nueva planta.
El presidente del Consell Insular, Pere Palau, aseguro hace casi dos semanas que los técnicos de la Conselleria balear de Medi Ambient, que trabajan con el Ministerio de Medio Ambiente en la elaboración de este estudio, ya han adelantado a la máxima institución insular la necesidad de que busquen terrenos para ubicar la nueva planta, cuya construcción, por ley, deberá financiar el Gobierno central.
El concejal de Medio Ambiente de Eivissa indicó tras su entrevista con los técnicos del Ministerio que en el caso de que Gobierno y Govern opten por construir una nueva depuradora, la actual debe servir como llave de paso o «elemento primario» para la realización de un primer proceso de filtrado de las aguas residuales: «Lo que está claro es que no se pueden desviar las canalizaciones durante el proceso de construcción de la nueva infraestructura ya que nos quedaríamos sin depuradora durante un tiempo, y eso no es posible». Por ello, Rubio sostiene que lo lógico es que una vez que esté construida la nueva depuradora, ésta se conecte con la antigua. Por otra parte, el Govern ha sacado a concurso la instalación de nuevos cuadros eléctricos en distintas plantas de la isla.