Amplios horarios, buena ambientación, oferta y variedad de productos, prensa, cantina, productos de ferretería y bricolaje, menaje para el hogar... y senallons y cestas, muchas cestas típicas de todos los tamaños y formas. Esto es lo que el consumidor puede encontrarse en las tiendas payesas de comestibles que forman parte del paisaje rural de Eivissa y que, a pesar de la implantación de las grandes superficies, se resisten a desaparecer. Un claro ejemplo de este tipo de establecimientos de toda la vida son Can Tixedó, de Buscastell, Cas Campané de la venda de es Nuvells, en Santa Eulària, y Can Carlos en Sant Carles, lugares peculiares en los que la familiaridad de la clientela fiel puede mezclarse con curiosos y despistados que acceden a las mismas por casualidad.
«Aquí se encuentra de todo: senallons, velas, cestas payesas... y la clientela es muy familiar», explica Cati Costa, dependienta de esta tienda de comestibles situada en la encrucijada de Buscastell. «Es cierto que cada vez hay más competencia pero muchos de nuestros clientes son gente que está de paso, sobre todo en verano», añade esta simpática dependienta que conoce bien a sus habituales. «Aquí, además de los productos, te ofrecen un trato familiar, conoces a todo el mundo y, si tienes tiempo, puedes pararte un ratito a charlar», revela Isabel, una de las clientas de esta tienda situada a pie de carretera. «Conozco esta tienda de toda la vida. Me caen bien y la verdad es que compensa la atención que te dan», confiesa Bonardo, otros de los fijos de Can Tixedó.
La tienda Cas Campané de la venda de es Nuvells es otro buen ejemplo de este tipo de negocios que destacan principalmente por su autenticidad. Actualmente la regenta Carmen Colomar, hija del fundador Vicente Colomar, que, como buen pagès, continúa al pie del cañón. «El nombre de la tienda se lo debemos a que mi bisabuelo, Jacinto Ros López, era campané en la catedral de Eivissa y cuando compró este terreno le puso este nombre», resume Vicente Colomar, quien abrió su negocio hace aproximadamente 32 años.
Eva Estévez