La consellera balear de Obres Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer, aseguró ayer en la isla, en contra de lo que mantiene el Pacte, que los vuelos interislas, una vez se active el servicio público, sí ofertarán tarifas promocionales. Con el servicio público, recordó la consellera, las tarifas de los vuelos entre islas tendrán una tarifa única de 72 euros [48 con el descuento para los residentes], a lo que se le añadirá otro descuento del 10 por ciento a según qué colectivos. De todos modos, recalcó Cabrer, «todo lo que supere el 75 por ciento de las plazas de la aeronave se tendrá que ofertar mediante tarifas promocionales de un 25 por ciento de descuento más». «Se ha hecho mucha demagogia sobre el asunto», recalcó.
O sea que si la aeronave va prácticamente llena, según Cabrer, los ciudadanos tendrán la posibilidad de conseguir tarifas más baratas, pero si no tendrán que pagar el precio único de los interislas. «Las tarifas mini de los vuelos interislas no son la regla general. La realidad es que no eran muy abundantes», justificó la consellera. No obstante, reconoció que hasta que no se ponga en marcha el servicio público de los vuelos, «las compañías pueden hacer lo que quieran». Así lo han hecho, subrayó Cabrer, en los últimos cuatro años, ya que «la tarifa de los vuelos interislas han subido muy por encima de la media nacional».
La consellera aseguró que el Consejo de Ministros aprobará en «un plazo de una semana o dos», una vez el Ministerio de Economía entregue un informe preceptivo, la declaración de servicio público de los vuelos, que se hará efectivo con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Govern también ha reclamado ante la Unión Europea la posibilidad de declarar el servicio público de los vuelos que conectan las islas con la península. «Es una reivindicación justa de los pitiusos y menorquines», destacó. Debido a los obstáculos que presenta conseguir dicha declaración, como la liberalización del sector aéreo de 1993, Cabrer indicó la voluntad del Ejecutivo autonómico de interceder ante las compañías aéreas para «garantizar que los pitiusos estén satisfechos con el servicio».