El Ayuntamiento de Formentera está instalando desde hace pocas fechas los primeros kits de placas solares y baterías acumuladoras para permitir el funcionamiento del servicio de teleasistencia. Para ello cuenta, según ha explicado el concejal responsable de Asuntos Sociales, Joan Escandell, con un convenio firmado por el Consell Insular que dispone de una partida inicial de 12.000 euros para hacer frente a los costes de instalación de un sistema de energía que permita el funcionamiento de los teléfonos incluso en las viviendas aisladas que carecen de suministro eléctrico. La teleasistencia es un servicio que ofrecen las consellerias y concejalías de asuntos sociales autonómicas, insulares y municipales en este caso, mediante el cual se mantiene un lazo directo e inmediato entre las personas que requieren de este servicio y una central que instantáneamente atiende sus demandas en caso de una emergencia. Sin embargo, tal y como ha señalado la psicóloga responsable de la oficina municipal de asuntos sociales de Formentera, Ester Claver, «la teleasistencia es bastante más que un teléfono al que se llama en un momento de apuro».
Los teléfonos especiales que llevan conectados los usuarios corren por cuenta del Govern de les Illes Balears que tiene contratada a una empresa, adjudicataria del servicio, para que éste sea operativo las 24 horas del día. Con la simple presión de un dedo, desde cualquier habitación de la vivienda ya que lo llevan colgado y sin tener que marcar nueve números lo cual supondría una dificultad añadida para muchas personas, se establece una conexión inmediata con la centralita del servicio. El beneficiario tiene el teléfono de forma gratuita o paga una mínima parte de su coste en función de sus ingresos, según un baremo que establece el Consell. Hasta el momento se han instalado alrededor de media docena de aparatos y se está estudiando la necesidad de atender a otras tantas peticiones.«La función del Consistorio -ha explicado Ester Claver-, es mandar a la trabajadora social para ver la necesidad de la persona y hacer un informe al respecto», los principales destinatarios de este servicio de teleasistencia «son las personas mayores, personas que han tenido algún accidente, aquellas que presentan alguna discapacidad o limitación en su movilidad y personas que viven solas», indica la responsable de la oficina municipal de servicios sociales.Los usuarios tienen un repetidor pequeño que llevan colgado y sólo apretando el botón le contesta una operadora, una operadora que como indica Claver, «también puede recordar al usuario que debe tomarse una determinada medicación y, en casos de personas que viven solas, permite que éstas tengan un poco de conversación y no se sientan totalmente aisladas». Joan Escandell ha avanzado que en pocos días se celebrarán reuniones en los Clubs de Jubilados para que estos conozcan de primera mano qué es la teleasistencia y además podrán ver el aparato en funcionamiento y la ventaja que supone disponer de una alarma cuando surge una emergencia y la persona está sola o no puede valerse por sí misma.