Cristina Ferrer, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Eivissa, y el concejal del PP, Jaime Díaz de Entresotos, fueron los protagonistas indiscutibles del pleno de ayer en el que se aprobó, con los votos en contra de los diez concejales populares, el incremento de los impuestos municipales, que permanecían sin tocar desde el año 1996. El Impuesto de Bienes Inmuebles, que grava a los propietarios de viviendas, sube un 19 por ciento y será de unos 203 euros para una casa de 90 metros. El Ayuntamiento impondrá un recargo del 50% a las viviendas vacías. La subida más espectacular es la del IAE, de un 125 por ciento para empresas con un volumen de ventas de más de un millón de euros anual. El tributo que se aplica a las construcciones sube un 25 por ciento. Los propietarios de un turismo pasarán de pagar 55 euros al año a 73 euros y la recogida de basuras pasa de 48,65 a 56 euros.
Ferrer utilizó la documentación y Díaz de Entresotos el humor para defender sus posturas contrarias. Para la concejal del equipo de gobierno la subida es «una puesta al día de los impuestos y tasas», que tendrá una repercusión positiva para el ciudadano, con «más infraestructuras y mejores servicios». Para Entresotos, la subida no sólo «no está justificada, sino que oculta un incremento mucho mayor». Criticó medidas puntuales como la del recargo del 50 por ciento en el IBI de las casas desocupadas. «Los psicólogos sociales de este ayuntamiento no dan pie con bola si pretenden estimular así la salida al mercado de alquiler las casas», dijo Entresotos. Ferrer le puntualizó que este recargo es una sugerencia lanzada desde el Gobierno central del PP para estimular el mercado del alquiler.
Díaz de Entresotos no se amilanó y afirmó que el Pacte demuestra «poca sensibilidad» hacia el ciudadano porque «cuando se le quita el dinero a la gente se le quita la libertad». Ferrer, contraria a este argumento, puso el ejemplo de una familia media a la que el pago del IBI, del impuesto de basuras y el de circulación supone 321 euros al año, «sólo» 49,45 euros más que en 1996. La concejala remarcó que en el año 1996 el PP subió un 80% el impuesto de vehículos, «4.500 de las antiguas pesetas frente a los 8 euros que se suben ahora». Ferrer recordó que entonces el IBI subió un 40%, frente al 18% que lo ha subido ahora el Pacte. Remarcando que las subidas de impuestos son «a veces necesarias», la concejala pidió al PP que no utilice «diferentes varas de medir».