Iban como los grandes desconocidos y al final se metieron a los paladares más exigentes en el bolsillo, o, mejor dicho, en la copa. Las tres bodegas ibicencas, Sa Cova, Can Maymó y Can Rich, que ayer acudieron junto a otras catorce de Balears a una muestra en el hotel Villa Magna de Madrid, recogieron grandes elogios por parte de la prensa especializada de la capital, un trago muchas veces difícil de superar.
Fue un acto impregnado de aroma y colores, en el que otro ibicenco ilustre, el conseller de Comerc, Industria i Energia, Josep Joan Cardona, ejerció de maestro de ceremonias y aprovechó para hacer 'patria' con los caldos de su tierra. «Las bodegas de Eivissa, aunque de poca producción, han hecho una apuesta clara por la calidad, y eso se nota. Los payeses han hecho un gran esfuerzo. Yo me confieso seguidor de los vinos de mi tierra, que nunca faltan en mi bodega».
Joan Bonet, de las bodegas Sa Cova, es uno de los pioneros en la elaboración del vino industrial (hoy una partida de los vinos de Sa Cova se exporta a Alsacia, Alemania, donde son muy apreciados). «Hasta hace diez o veinte años, cada cual hacía el vino en su casa. Todavía somos jóvenes para podernos permitir el lujo de codearnos con las primeras marcas del mercado nacional, pero poco a poco vamos haciendo. Lo importante es que la Administración y los restauradores confíen en nosotros. No es posible que alguien entre en un restaurante de Eivissa y no haya vino de la tierra porque el dueño diga que no es de buena calidad, cuando ni siquiera lo ha probado».