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El director general de Recursos Hídricos, Joan Crespí, aseguró que una vez construida la nueva depuradora la actual se desmantelará y que en su lugar probablemente se construirá una estación de bombeo. De todos modos, todo esto está por decidir. «Dependerá de la ubicación de la nueva depuradora», indicó. De momento, el Ibasan realizará un boceto del anteproyecto de la infraestructura para que el Consistorio pueda buscar un solar adecuado para su construcción.
El subdirector general del Ministerio de Medio Ambiente, Àngel Cajigas, pidió ayer al término de la reunión paciencia y aseguró que se hará «la mejor depuradora posible». No quiso precisar el coste de esta obra. «No me atrevo a decir nada porque puede ser una depuradora de 1.000 o de 10.000 millones de pesetas», indicó Cajigas, que, no obstante, subrayó la necesidad de que el Consistorio subsane las deficiencias de la red de saneamiento de la ciudad.
En este sentido, el concejal de Medio Ambiente, Juan Manuel Rubio, recordó que los técnicos están trabajando en la elaboración de un plan director para arreglar este problema, agravado por la existencia de muchas fosas sépticas y las filtraciones de agua marina en las canalizaciones.
Crespí recordó que la mala calidad del agua que circula por la red de saneamiento condiciona el mal funcionamiento de la depuradora actual, así como los malos olores que tantas molestias provoca a los ciudadanos. Recalcó, asimismo, que el anterior gobierno del Pacte invirtió la pasada legislatura 2,5 millones de euros en la mejora de las instalaciones, pero que al final todas las actuaciones emprendidas no han servido para nada.