SARA YTURRIAGA
Marcos Albaráñez es desde ayer doblemente afortunado. No sólo ha
entrado en la exclusiva lista de los agraciados con el 'Gordo' de
Navidad, sino que además puede presumir de haber convertido en
millonarios a familiares y amigos. Este joven ibicenco viajó de
vacaciones a la localidad de Sort (Lleida) y allí adquirió diez
décimos del número 42.473. «Hace mucho que compro en Sort y llevo
tres años adquiriendo siempre números terminados en 73 porque es el
año en el que yo nací», contaba ayer al mediodía entre los gritos
de júbilo de varios compañeros y la mirada de su novia.
De esos diez décimos, este electricista de treinta años se quedó con uno, entregó otros cuatro a su padre y el resto los vendió entre varios compañeros de trabajo. Uno de ellos es Juan Ramis Torres, un vecino de Jesús que trabaja como dependiente y repartidor en la empresa de material eléctrico Dielectro Balear y que, desde ayer, posee 200.000 euros más en su cuenta bancaria. Este ibicenco de 44 años estaba haciendo el recuento de un pedido cuando por la radio escuchó que cantaban el 'Gordo'. «Lo tuve que oír varias veces hasta darme cuenta de que era mi número -relata-, después me puse a chillar y llamé a mi mujer que tampoco se lo creía porque teníamos otro décimo que acababa en 73 y ella creía que me confundía».
En la empresa situada en Eivissa llegó la hora de cerrar pero los empleados no se marcharon como de costumbre. Varias botellas de champagne vacías, abrazos y hasta algunas lágrimas provocadas por la emoción se repitieron durante toda la mañana. «No sé que voy a hacer con el dinero, pero hoy vendré a trabajar porque estamos pocos», comentaba Ramis, quien lo primero que hizo tras conocer la noticia fue correr al banco para entregar el décimo, «no se fuese a perder».
Por su parte, Marcos Albaráñez había tardado más en enterarse. «Estoy de vacaciones y como me llamaban de la oficina no cogía el teléfono; al final me lo dijo mi hermana». Su padre, poseedor de tres décimos (el cuarto lo había regalado) había conocido la noticia hacía poco rato. «Mi hermana estaba intentando localizarle porque se había ido a un terreno que tenemos en Jesús a darle de comer a las gallinas y no llevaba el móvil», explicaba el hijo. Él y su novia lo primero que harán es irse de viaje. Después, «ya se verá». Julián Casado, ex entrenador del Arzuaga Gasifred, es el encargado de la empresa en la que trabaja Marcos Albarañez. Se encuentra pasando la Navidad en Puertollano y ayer escuchó la noticia por televisión. «Tardas en darte cuenta de que eres tú, pero después llega la celebración», contaba. Sara Yturriaga