El tráfico de vehículos y el desarrollo de actividades turísticas son los dos factores fundamentales responsables de la contaminación acústica que hay en Eivissa y que convierten al municipio en el más ruidoso de la isla. Según el análisis de los niveles acústicos ambientales que aparecen en la auditoría ambiental desarrollada por el Consell en 71 puntos de la isla en horario diurno y en 36 puntos durante la noche, el municipio de Eivissa es el que superó en la mayor parte de los casos los límites establecidos por la legislación vigente, que se cifran en un máximo de 65 dBA.
De los 22 puntos analizados en esta ciudad, los niveles sonoros más importantes coincidieron casi siempre con las zonas que soportan más tráfico y en las que hay más actividad comercial. Destacan, entre otros, el primer cinturón de ronda, desde la rotonda de can Cifre (79 dBA) hasta la ronda de entrada a la ciudad de Eivissa por la carretera Eivissa-Sant Antoni.
Santa Eulària es el siguiente municipio en cuanto a número de zonas que superan los máximos permitidos, pero sólo durante el día, ya que por la noche es de las poblaciones más tranquilas. En este caso, los niveles sonoros más elevados se detectaron en los puntos localizados a lo largo de la carretera de entrada en la ciudad, la avenida Illes Balears, así como en su prolongación por la calle Sant Jaume.
Tanto Sant Antoni como Sant Josep se convierten en municipios especialmente ruidosos por la noche. Se superó el nivel permitido en Sant Rafel en su cruce con la carretera de Santa Agnès, en el Paseo Marítimo de Sant Antoni, la rotonda de entrada al municipio, en Platja d'en Bossa, el aeropuerto, o la zona del núcleo de Sant Josep que comprende las calles Pere Escanellas y la avenida d'es Cubells. Sant Joan está a la cola, convirtiéndose en el municipio donde se cumple más la legislación, ya que es el lugar donde se sobrepasan menos los límites establecidos, en horario diurno y nocturno, con sólo dos puntos conflictivos, el pueblo y sa cala Sant Vicent.